ARTE VIVO Y PERPETUO

Taxidermia, es una delicada y difícil parcela de la artesanía que consiste en dar a los animales muertos aspecto de vida. En el mundo taurino no son pocos los que han querido perpetuar e inmortalizar a toros distintos y dispares, vivos en la muerte, quietos en el silencio - pero que viendo a alguno de ellos se me antoja que están dispuestos para arrancarse si les citaramos -. Son generalmente ganaderos, empresarios y mayormente los toreros, quienes encargan por alguna sobresaliente razón, y cada uno por causas distintas, los pedidos de disecación. Los encargos de empresa obedecen más a la inauguración de alguna plaza de su propiedad o hecho puntual que recuerde a dicha plaza. Los ganaderos, no cabe duda que suelen hacerlo cuando algún toro de su vacada ha salido excepcionalmente bravo, o, también por algún semental, que dio glotia a su divisa.

En cuanto a los toreros, las causas son distintas. Puede ser el día de su alternativa, confirmación en Madrid..., también por un éxito cosechado en plaza importante, de primerisima categoría. Para perpetuar en el recuerdo el último toro que mato el día de su retirada. Y los hay también, que quieren la cabeza del animal, que bien lo corneó o le hizo pasar las de "Cain". Pero el toro, la cabeza del toro que segó la vida de cualquier torero, siempre será la más venerada, la de mayor valor, la más respetada y, la más viva en el recuerdo.

REFLEJOS DEL ARTE TAURINO

En los tiempos antiguos, hasta hoy, principalmente desde Goya, es cuando toreros, lances o corridas de toros adquieren relevancia en la vida española, los artistas sintieron el afán de retratar a los ídolos de los ruedos. Pintores muchos que, incluso no eran especialistas en el tema, gustaron de llevar a sus lienzos, la efigie bien conocida de los toreros de moda. Tal es el caso de Zuloaga, Vázquez Díaz o Romero de Torres, entre otros. Algunas veces, cuando no era el torero célebre, era el anonimo, el desconocido, la representación genuina de una raza que sirviera de pretexto para plasmar los perfiles de un personaje accidental con fuerza propia para su expresión y colorido en la plástica. La fiesta brava, ha servido para motivo y origen de grandes obras de arte.

Se buscaron los toros, unas veces por la riqueza de su colorido, otras por los fuertes contrastes en la diversidad de tonos, otras por los efectos relumbrantes de la luz y, también por esa intima ligazón con las más devotas aficiones del pueblo, que marca la tónica de una pintura, que es a veces drama y otras, sainete. Verdad es; que ningún espectáculo popular o de multitudes, se ofreció al arte con más posibílidades, abundancia de temas y manifestaciones pictóricas. Por las cuales servidor siente cierta debilidad...

LA FIESTA LLEGO A ITALIA

Hay en la historía de la Fiesta, un enorme caudal de episodios, que contribuyen a formar el ambiente de un determinado coto de tiempo. Dichos sucesos se nos brindan frecuentemente para poder escribir.

Uno de estos acontecimientos, ocurrío en 1923, cuando una expedición de toreros marcho a Italia para dar a conocer a este país la que siempre se llamo la Fiesta Nacional Española, llegandose a celebrar varias corridas en Roma, Venecia, Milan, Napoles y Bolonia. Arribaron en tierra Vaticana los matadores cordobeses Francisco López (Parejito) y Fermin Muñoz (Corchaito), con sus correspondientes cuadrillas. Tuvieron muy buena acogida, se habilitaron estadios y circos romanos, que daban cabida a muchos miles de espectadores, quienes rapidamente agotaban las localidades. Incluso, en alguno de estos festejos acudió Mussolini, y, también el Papa Pío XI, que en solemne audiencia recibió en el Vaticano a los toreros exportadores del arte de lidiar toros. La campaña duro meses. Pero, como pueden comprobar, no cuajó el intento de introducir en el corazón italiano la afición por las corridas de toros a la española. Tan solo quedó una muestra pintoresca y anecdótica, que hoy nos sirve de relato histórica de aquellos toreros que vivieron azarosos trajines por ciudades y pueblos, por hoteles y fondas, por plazas y plazuelas. Una expedición que hoy sería imposible repetir. Salvo; para visitar al Papa.-

EL PASE DEL DESPRECIO

Ahí está el pase del desprecio". "¡Torerisimo remate!" ¡"Si señor!".... Tengo grabadas estas exclamaciones de cierto comentarista televisivo. En esos momentos parecía que el pase descrito esra el colofón y sublime remate de la faena. nada más lejos de su desbordado entusiasmo. Pero vamos al caso.¿Que es lo que se desprecia?.sencillamente, lo que es digno de desprecio. Y no se diga que se desprecia, lo que es digno de estimación, pues, no es así. El origen de este pase - de mentira pregonada -, lo protagonizo Manolete, cuando miro al publico por primera vez mientras toreaba. realizo este acto, con motivo de una fenomenal bronca que se estaba desatando en el tendido por la poca presencia del ganado que salía por toriles. y lo hizo por mostrar al tendido su conformidad con la protesta, intentando evitar lo que allí ocurría y, destacando el poco respeto que le merecía la res que lidiaba. Incompresiblemente, el público le aplaudio.

Así nacieron los pases del desprecio, mirando al tendido, entre los que se encuentra la manoseada manoletina, cuya desfachatez ventajosa ponen hoy en boga alguinas de las figuras, y, que lamentablemente otros imitan. Figuras consagradas enseñan tan solo que el "torillo" que tienen por enemigo no merece myor atención, dando esos pases, que elogian los comentarisas, con profunda ignorancia y cursileria.-