EL ESPORTON
VER O MIRAR

La mayoría de los públicos que hoy asisten a las plazas de toros, ven o miran la corrida, con ojos inseguros, con esa ternura de niños que tiene los hombres. Algunas veces; la mayoría de estos espectadores la ven o la miran también con esa candidez infantil, con deslumbrada admiración. Tal vez, a la reducción a la que se llego en los últimos años, en cuanto a la casta, fiereza y poder del toro, y sobre todo la exquisita selección que se ha logrado en orden de nobleza, suavidad y franqueza de su embestida, ha hecho posible un toreo a distancia inverosímil, suprimiéndose del espectáculo el aspecto de lucha, dominio y poderío que la lidia del toro con codicia, genio, encastado, bronco y más difícil hacia resaltar. Pues, bien tales factores han convertido al torero lidiador en artista; al maestro, en protagonista de bellos desplantes. A ello ha contribuido la formación de un publico nuevo, con marcado carácter delicado, sensible, muy correcto, sentimental incluso, exhibicionista, pero indudablemente de psicología y preparación distinta al que tradicionalmente venia asistiendo a los cosos taurinos, y contemplar a la emocionante oposición del bruto instinto del toro, a la inteligencia y oficio de un valiente, dando un curso de sabiduría torera y saber, en el arte de lidiar reses bravas. Pero este aficionado esta en franca retirada, y va quedando este publico, representante típico de una gran mayoría, en que todo esta “requetebién”. Únicamente se disgusta, cuando las cosas salen a gusto del aficionado curtido, cabal y entendido, que no exagera lo malo, pero no lo oculta, que ve la corrida con el cristal de critico, y con añeja perspectiva histórica, y mientras este aplaude al toro que se arranca de largo, que aprieta en el caballo, que galopa en banderillas y se emplea codicioso en la muleta. El ingenuo que solo mira, le disfrazan la realidad y, se acopla a esa muchedumbre, que aplaude con frenesí el adorno, las posturas, lo fingido, lo adulterado y el oropel, sin señalar y exigir, las suertes cruciales de la lidia, así como la integridad del toro. (“Claro que estos entusiastas, gustan mucho a muchos”).

Fermín González.-

MI CRONICA

En la fiesta de los toros, Dios nos libre de la tarde paragüeras, y de los chubasqueros multicolores, donde incluso el amarillo color “gafe”, ha lucido esta tarde en los tendidos de esta ultima corrida del arte del rejoneo, que echa el telón al ciclo taurino en la Glorieta. Pero el personal, estaba dispuesto a soportar la mojada, ya que habían venido de muchos pueblos, como ya es tradicional a presenciar este arte ecuestre. Había que ver el evento como fuese, y este iba a una velocidad superior a la que demostraron los equinos de los rejoneadores. Comenzó Moura, veterano caballero portugués, que ha visitado esta plaza en multitud de ocasiones, el portugués, no se dio mucha coba con el primero, apenas se acoplo a la embestida del murube, clavo siempre a la grupa, muy discreto en banderillas y horroroso en el rejón de muerte, pie a tierra descabello a la primera. En su segundo mas entregado llevo con autoridad la lidia y hubo momentos que llevo cosido al toro a la cola de su montura, encontró siempre toro en banderillas y mato de rejón caído y contrario, de nuevo descabalgo para descabellar, y fue brevemente ovacionado. Vegas, no gusto en su primero, muy acelerado y atropellado, se dejo tocar las monturas, incluso se le negaron en alguna ocasión y le clavo un arpón al caballo en la cara, flojo el y el toro, mejoro bastante en su segundo, un gran toro, con el que se adorno en banderillas, pero poco templo la embestida del boyante animal además mato fatal, lo dicho, Vegas no gusto en Salamanca. En cambio Mendoza, con un exquisito lote, tampoco fue el de otras tardes, quizá el piso, no expuso como el sabe hacerlo, y salvo algunos pasajes de toreo a dos pistas, y los quiebros de banderillas, no se estiro demasiado, pero sus caballos tienen torería y arte, y eso asegura sus actuaciones de manera brillante. De nuevo triunfador, abrió la puerta grande. Excesivo premio, sin duda alguna. Pero, como también se mojo, el respetable se lo agradeció. Y así termino la historia.


Fermín González.-

MI CRONICA
DESVERGUENZA

Por lo que se ve, en el mundo del toro, no abunda la vergüenza; la torera, se entiende, que es la que se evidencia en los fraudes, que en no pocas veces ocurre, en los festejos que se organizan. Por una parte se trata de motivar, de animar, de estimular a los públicos para que acudan a los festejos taurinos, y por otro, parece ser que lo que se quiere es sacar de la plaza a los publico, espectadores, o aficionados, - (bueno estos los cabales serios exigentes y rigurosos hace tiempo se van alejando de las plazas-), Lo que algunos están haciendo con la Fiesta no tiene nombre, bueno, si lo tiene; poca vergüenza. Y eso que el toro no habla – por el momento -, porque hay que ver el mal trato que recibe el pobre animal, por parte, sobre todo de algunos, como ocurrió en la tarde de hoy que se han vestido de toreros para llevarse calentito y cuanto antes, a costa de un publico sencillo, bondadoso y bueno. Los toros del Puerto reunían muchos defectos de lo que debe ser el toro bravo, es cierto, Pero: ¿Y los toreros? No es difícil adivinar la respuesta. No estaban los toreros hoy, (salvo Valverde que estuvo entregado y decoroso), para lucirse con toros tan complicados. Cesar Rincón que se hizo figura, en batallas duras, ha a abandonado hace tiempo tan complicada trinchera. Sus dos toros fueron malos sin duda, pero el se había dejado la experiencia, la técnica y la vergüenza en el hotel. Un torero de su talla, No se despide así -que te vaya bonito Cesar -. Lo de Finito, casi seria mejor ni nómbralo, en realidad ya queda dicho, vino cobro y se marcho tomando el pelo a la afición de Salamanca, y en otros tiempos más añejos, lo hubiera pasado mal para salir de la plaza. Hoy estos educados y bonancibles públicos, de los que nos alegramos, le enviaron una gran bronca, y el recado bien claro de que no se llegue más por esta plaza. Con un bravo a Valverde, por su sinceridad. Llegamos al domingo final.-

Fermín González

MI CRONICA

Ha evolucionado mucho el arte de torear, para que sea posible establecer equivalencias en cuanto van trascurriendo los años. Se torea, en efecto, cada vez mejor, según el toro va perdiendo sus características esenciales. Llegara a la suma perfección el arte del toreo; cuando el toro desaparezca por completo. Los criadores de reses bravas, todos nuestros ganaderos, conocen a la perfectamente, la materia prima de la que disponen, la tienen tan trabajada, que permite ser un poco escultores de su `propio ganado. Al toro de hoy no solo lo han cambiado de presencia. Lo que es peor, lo han cambiado de comportamiento, al mismo tiempo han aumentado tanto su volumen que, lo han deformado. El toro de hoy, no crea situaciones comprometidas, no se mueve, no pelea en los tercios, esta descastado, es uniforme y no emociona.
La tarde de hoy, ha sido otro desencanto ganadero una vez más, con apenas un picotazo han sido, o han salido sueltos del caballo, y han sido flojos, mansos y de cortas embestidas, acudiendo al paso en los cites y quedándose muy cortos en su recorrido. La plaza que lucia otro casi lleno, monto en cólera con el primero que rayaba, o sin rayar la invalidez, ver al moribundo enfrentado a una primera figura como Juli, era un paisaje tan triste, que uno se preguntaba si había que vestirse de grana y oro para dar cuenta de aquello, en su segundo enemigo que sembró el desconcierto tanto en él como en su cuadrilla, que hoy estuvo a la deriva, no se dio coba y liquido aquel “morucho”. Gallo salio muy dispuesto, y con el animo suficiente para triunfar, manejo el capote sin apreturas, y tuvo momentos muy lucidos en ambos toros, con alarde incluido de vivir entre los pitones, donde se desenvuelve muy a gusto, con muletazos de exquisito trazo y aguante, unió dos estocadas y orejas tres. Cayetano, el “deseado”, la plaza era un clamor de piropos de toda índole, alguno impronunciable, y las cámaras digitales y las otras, llenaron la Glorieta de fogonazos, muchos le llamaron torero, sin saber lo que es eso. Pero contra la masa es imposible razonar. Todo eso vi. En Cayetano. Menos torear, claro…
Fermín González

MI CRONICA

Parece ser que la plaza de toros de la Glorieta, esta invadida de personajes de aplauso fácil, de prolongar excesivas ovaciones y demandas de trofeos venga o no a cuento, es lamentable este camino, donde ya se aplauden las volteretas, tal como ayer, los desarmes y pinchazos tal como hoy en fin que son cosas que uno no acierta a comprender, en una plaza como esta que debería ser santo y seña de otras muchas en cuando a la seriedad el rigor, y el entendimiento de lo puramente bufo y pueril, y de lo que ortodoxamente ocurre en la arena. No es así desde ya hace mucho tiempo, y hoy aunque se de una exhibición mostrenca del peor toreo, no impide para que, la cosa transcurra en medio de continuas ovaciones y peticiones. Aplaudir quizá constituya una formula ideal para disimular el aburrimiento mortal, para ver visiones, para convertir el desastre en triunfo y dar envidia a las amistades que no tuvieron la ocurrencia de venir ese día a los toros. Ósea que aplaudir es como el tres- en- uno. Que vale para todo.
La corrida de Valdefresno, tuvo sus mejores ingredientes, en la infinita bondad, en la mansedumbre, en rajarse con descaro y desvergüenza, pero es cierto, que algunos metieron bien la cara y siguieron el engaño con boyantia y nobles embestidas, pero se cansaban de hacerlo y se “piraban” a toriles, lo cual tampoco era de extrañar, después de las faenas de largo metraje que le administraron los toreros, sobre todo Perera, que con lo bien que torea, debe plantearse, que los toros tienen un tiempo de faena, y que alargarlas y ponerse pesado no conduce nada más que a malograr faenas que tuvieron valor, empaque, dominio y ajuste. Las orejas se cortan en veinte pases y cuando el publico esta entregado es la hora de matar. Pues, nada, perdió la grande el extremeño. Cid comenzó de dulce y con el público a favor, pero se diluyo ante sus enemigos a pesar de que en el primero imprimiera torería, pero fallo a espadas. Fandi espectacular banderillero, que encuentra toro siempre y a veces es también vulgar, molió a derechazos a su segundo animal, siempre despegado y sin cadencia en sus pases, aún así corto oreja, incluso le pidieron dos y al no concedérsela. Algunos se “mosquearon” y hasta recordaron al presidente a José Tomas. ¡Que cosas, No…!


Fermín González

MI CRONICA
¡INVALIDEZ!

La corrida de la Campana, que hoy se presentaba en Salamanca, había gustado en el desejauele, bien de hechuras, pareja de equilibrada romana, en fin que, había esperanzas de que el ganadero según decía había escogido con escrupulosa mirada su ganado. Y la verdad es que, no lo dudo, sin embargo, la muestra de sus productos hoy han quedado bien patentes, suma flojedad, rayando la invalidez, caídas, falta de codicia y otro sinfín de etcéteras, que podíamos añadirle. Porque ahora las reses ya no son, ni bravas ni mansas, ni querenciosas, Ahora los toros son el mejor de los casos “Interesantes”. Tales son los entresijos creados alrededor de la Fiesta que, el público ya no sabe sobre quien descargar responsabilidades. Y, esto es un mal endémico en la fiesta, cuya erradicación no parece interesar a nadie. Toda la corrida, salvo el quinto (mira por donde) adoleció de lo que queda señalado. Y eso, que tuvieron los matadores la prudencia, de picar justito pues de lo contrario el derrumbe hubiera sido mayor. En cuanto a la terna, decir que Manolo Sánchez, comenzó toreando templado y a media altura la pastueña y débil embestida de su primero, que brindo a quien le cedió el puesto, el malogrado (Revesado), recursos técnicos de torero de vuelta, todo carente de la mas mínima emoción, en su segundo se puso pesado, ante el invalido animal. Se confiaba en Barrera de vuelta a esta plaza y fue a la postre el triunfador de la misma, muy entregado ya con el capote, comenzó la faena en los medios con pases por la espalda, que despertó al adormecido respetable, dio cuanto tiene, con más corazón que disposición técnica, y le falto a la faena sosiego y temple, cobro una merecida oreja a su entrega. Antes en su primero, aunque insistió dio pases insustanciales y aunque grito “Je” toro “je” el morito no le hizo ni puñetero caso. Finalmente Marín que debe recuperar el tono de hace un par de años, se topo con unos animales inválidos, y deslucidos, y aunque puso empeño y tuvo animo no pudo pasar de aseado y matarlos dignamente. Tres orejas, y sobra alguna en 18 bovinos arrastrados. –Mañana más.-


Fermín González

TAURINERIAS (2007)
CARA DURA

Francisco Arjona “CURRITO” fue un matador de toros que no se distinguió precisamente por su extraordinario celo en el cumplimiento de su misión. Si había que escurrir el bulto como vulgarmente se dice, "Currito"era maestro.
En cierta ocasión toreaba con Lagartijo y Frascuelo. La tarde era de extraordinario calor y el ganado, muy duro. Ni que decir tiene que, con estas circunstancias, la brega resultaba desagradable y en extremo difícil y penosa.
Se habían matado ya cuatro toros y el bueno de "Currito" no había metido aún el capote en un quite, Frascuelo y Lagartijo incansables, los hicieron todos.
-Pero Frascuelo no tenía carácter para soportar pasivamente aquella actitud de "Currito". Y un tanto amoscado, se dirigió al celebre hijo de Cuchares y le dijo:
¡Hombre, yo creo que ya esta bien! ¿Porque no entras a quitar tú? ¿No ves que Rafael y yo nos estamos matando? Y "Currito", imperturbable, le contesto:
-Vamos a ver Rafael ¿tu has visto lo que dice el cartel? Un poco extrañado
Por la contestación, un tanto inesperada, el gran Frascuelo le contesto negativamente.
-Pues si tu no lo has leído, yo si y dice- Matadores Lagartijo, Currito y Frascuelo - ¿Estamos? De modo que como yo soy matador, cuando tocan a matar mis toros, los mato y se acabo; pero a mi no me contratado para hacer quites._ Como ustedes ven, el cuento bien se lo aplican todos los de hoy.-
Fermín González

MI CRONICA
Los novilleros merecen comprensión por su inexperiencia, y es bueno darle ánimos, cuando intentan hacer el toreo. Ahora bien, creo que nos equivocamos si la ayuda, el animo y el estimulo, ha de venir dado por la concesión de trofeos, más aún cuando estos no se solicitan con la suficiente fuerza. Los novilleros se pasan media vida soñando con un faenon a un toro ideal en una plaza importante. Los sueños son bonitos, esa es la verdad, pero esconden defectos y carencias, y, por lo general esconden faenas imposibles. La novillada de Palla era muy esperada en la Glorieta, y la esperanza en los novilleros de esta tarde grande. En cuanto salio el primero, un novillo que Siro tardara en volver a encontrase en plaza de relieve, el publico asistente (poco, por cierto), se frotaba las manos porque se iba a dar un espectáculo a lo grande. Pues, bien todo quedo un poco a medias, pues Siro que comenzó de dulce, toreando variado, con derechazos de bonito trazo, bajo un tanto al pasar al natural, le falto mando, ahogo las embestidas del picante y encastado animal, y la faena se fue a menos, y por si fuera poco, mato mal, el novillo mereció otra muerte Puso mucho empeño en su segundo pero ni por asomo el novillo soportaba arrancarse en el engaño. Ya sabíamos por estos lares, del novillero de Madrid, que tiene un buen corte, que tiene el toreo en la cabeza, tuvo armonía y temple su faena al primero de su lote, sobre todo al natural donde se mostró muy firme, profundo y cadencia embarcando y llevando toreado a su oponente. Sin embargo, a la hora de manejar la espada tiene muchas dudas, y no olvidemos que lo que da contratos, y prestigio es el buen manejo de la espada. En su segundo fue un despropósito de desarmes, en faena muy deslavazada. Fue a la postre Román, que con pundonor de aguerrido novillero, fue el triunfador de la tarde, y lo hizo en consonancia con las condiciones a que se prestaban sus novillos de embestida dulce y pastueña, siempre dispuesto, confiando en sus posibilidades y firme de animo, consiguió que el publico solicitara los trofeos, para así abrir esta puerta grande primera de la feria. Servidor sinceramente, cree que fue demasiado. Pero habrá otras con menos, ya lo verán...
Fermín

MI CRONICA

¡DESCASTE TOTAL!

Son de esas tardes, en las que el publico y aficionados que se dieron hoy cita en la Glorieta, estaban totalmente de acuerdo, y, salían diciendo de la plaza, que la corrida serrana de Adelaida, había sido todo un derroche de falta de raza, de debilidad y mansedumbre “perruna”; eso, y, ¡La primera en la frente!, como si presagiaran que, tardes como esta han de venir más, - servidor no cree ni por asomo que esto vaya a producirse de nuevo- no seamos pesimistas hombre. Lo cierto es que el ganadero debe tener un disgusto morrocotudo, pues criar estos toros gordos y hermosos durante cuatro años, y que luego te den este resultado, la verdad para ponerse al “tren”, porque además pocos pensaban al verla anunciada en los carteles, que este ganado diera un curso de tanto descaste y flojera. – Yo Tampoco.
Dicho esto, poco podemos cuestionar a los matadores de esta tarde, cartel netamente salmantino con nueva alternativa de Francisco Javier, que pasa a engrosar el nutrido ramillete de matadores que tenemos en la actualidad. El toricantano, poco o mas bien nada pudo hacer ante el mortecino animal de su alternativa, algún pase suelto por alto, intentos por ambos pitones pero todo se diluía, ante la falta de embestidas carentes de la más mínima emoción, en su segundo estuvo elegante de capote, y más aseado en la faena, ante un toro que no puso vibración ni emoción para sopesar su labor, toca esperar otra oportunidad. A Juan Diego que salio con mucha disposición y lanceo bien a sus toros, le ocurrió otro tanto, su primero más claro pero deslucido y sin clase, tuvo pinceladas y buena técnica, puso entrega y tesón, pero falto armonía en la faena, que el quiso pero el toro no., el segundo con cuajo y bien armado, poco se podía esperar, pero si algo tenia, se quedo bajo la pata de hierro del picador. Finalmente Castaño nos ofreció todo cuanto tiene, es decir corazón valor y entusiasmo, y de verdad que puso todos los argumentos para salir a triunfar, pero lo antes anunciado los tres se estrellaron ante un ganado fofo, que tan solo exhibió fachada. (No desfallezcan, todavía…
Fermín