Tuesday, January 21, 2014

ESTILO Y PERSONALIDAD

ESTILO Y PERSONALIDAD

-Lo que hace triunfar determina una escuela-. En arte ha ocurrido siempre así, un estilo si gana los mejores laureles tendrá seguidores. La imitación es un noble estimulo, a veces engañoso, pues tiene más de espejismo que de realidad. En el toreo lo fundamental es la personalidad, pero torear es arte y el torero no escapa, o no puede desprenderse de inclinarse a unas emulaciones, aún con el lícito deseo de subir, de llegar, de ganar, sin embargo, el resultado para la Fiesta y público puede ser negativo.
Se ha llegado a uniformar tanto el estilo de torear que habría que hablar de la forma de antes, la de ahora y la que puede llegar. Es muy natural que las épocas marquen formas y estas discurran por diversos derroteros, pero siempre conservando esa variedad, que es la que cimenta los prestigios personales. En la actualidad se torea casi igual por todos o “casi todos”, (excepciones hay evidentemente),  y ello me parece perjudicial, porque se anulan los contrastes. Podemos ver series de muletazos con mayor o mejor soltura, habilidad, garbo etcétera, pero con una orientación semejante en las faenas, y esto choca con la esencial belleza e interés que pueden ofrecer.
Este camino de la uniformidad, podemos llamarla- patrón único para lo negativo- sinceramente, ¿que estilos hay ahora? Muchos toreros no alcanzaron fama con capote y muleta, llamaban la atención de los públicos por su arrojo y maestría con la espada… ¡Ay la suerte suprema! Se ha ido perdiendo el sentido de las cosas. Se premian faenas preciosistas, pero que se rematan con deleznables pinchazos, bajonazos, feísimos estilos a la hora de acometer con la espada. Públicos indulgentes se olvidan de lo importante de la suerte final.
Se tiene prisa por ser rico, afamado, reconocido llegar a lo alto en el menor tiempo posible, sin tener en cuenta, que esto viene dado por añadidura, cuando se logra crear, realizar, concebir y forjar la gracia y el encanto, lo importante de un torero es la diversidad, su estilo y por ende, su personalidad. Un torero puede ser limitado, sobrio, corto pero tener un modo peculiar en las ejecuciones, en agilidad y dominio que le singularicen. Otro puede tener destellos de genialidad lleno de improvisación, puede ser medroso o impávido con riqueza de recursos y maestría que le permita intentarlo todo, inimitable en algunas suertes compensando otras deficiencias… ¡y, como no!, quien puede ofrecer majestuoso, llevar toreadas todas las reses en todas las suertes, además de bravo y certero con la espada. Todo esto que sugestiona a los públicos, es lo que suscitan el gran interés. Toreros de diversos estilos y personalidades, es el detalle de todo un mosaico de formas y matices.
Pero todo esto;  y sin pretensión de tener razón, simplemente como aficionado, desgraciadamente, hoy la corrida se desenvuelve, en unos cánones que varían muy poco, la faena igual, la actitud uniforme y la suerte que cierra, un lamento de deformación. Hemos llegado al  simple convencimiento, de ver torear bien, que el publico no se enfrié, no se desvié más de lo que esta, y esto pueda representar un peligro importante.


               Fermín González- comentarista onda cero radio- Salamanca-

Thursday, January 02, 2014

EMPRESARIOS


                                                                                                                                              
EMPRESARIOS
            Parece ser que la empresa Pagés, quisiera resarcirse del descalabro taurino del año pasado.Y, parece ser también, que se ha echado encima a la afición sevillana, y, a las rutilantes figuras del escalafón, con unas declaraciones, que evidentemente tienen su punto de verdad, pero que sin embargo, expresadas de esa forma un tanto despreciativas y “montaraces”, si no eran  para molestarse, ni para formar tanto ruido, por la forma que también han sido contestadas por los “cinco magnificos”, también de forma pueril y desorbitada, incluso de forma cursi e infantil. “Si sigue usted no toreamos”. Es bien sabido que muchos empresarios, explican muy bien porque han confecionado unos carteles tan malos, a otros por el contrario no le hacen falta explicaciones, y pasa como con la “política”, que mientras no haya trasparencia y claridad, en lo que se gasta y lo que se cobra, en donde se gasta cada céntimo, tanto en el toro, como en cualquier otra faceta de la vida, se corre el riesgo de que cada cual contará  la fiesta a su conveniencia, y a su propio interés, o sea cada uno por su lado. Es en esta encrucijada, es en ese mercantilismo, opaco y sin luz, por lo que sugen disparates de toda índole. Nadie por mucho que se afane, sabe lo que valen, los toros, lo que cobran los toreros, las figuras señeras y los otros, los gastos de unos y otros en las organizaciones de las ferias. Y ese es el mal endémico de la Fiesta y de la sociedad en que vivimos.- Pero:       
            No faltan en esta “jungla” taurina empresarios con capital suficiente, con experiencia probada, con visión certera y amplia de llevar a cabo toda una temporada en plazas importantes. Incluso, otros empresarios de menor fuste corren sus riesgos en la organización de festejos taurinos, algunos ganan o, han ganado para ir viviendo no mal del todo y reunir un modesto capitalito. Para el resto de osados, los llamados “pequeños” ven como la cantidad considerable de “billetes” que se movilizan, son como aves migratorias en constante vuelo de acá para allá, y que solo en contadas ocasiones se detienen en su bolsillo tomándole el gusto de hacer allí su nido. Quiero exponer con esto que, una de las causas del desastroso poderío de los toreros y apoderados, es la falta de empresarios capaces de no tolerar sus maquinaciones.
            El gran espejuelo de los apoderados, ha sido el torero llamado “taquillero”.Los empresarios forzosamente tienen que acudir a él, y se tropiezan con el "testaferro" que les pide el oro y el moro. Esto es normal, lo que en mi opinión ya no encuentro tan normal, es, que el empresario pase por la guillotina de las desmesuradas apetencias torero -administrativas. El empresario también posee su fuerza, y si sabe utilizarla con destreza obtendrá no pocas victorias, siempre que dicho empresario no sea tan "ingenuo" de anteponer el prestigio de la Fiesta a sus intereses, (aunque yo crea en milagros) el día que salga un empresario que haga compatible su lucro personal con la verdad y claridad necesaria en la Fiesta, no perdería ni el tiempo ni el dinero, unos cuantos así unidos se defenderían conjuntamente de las abusivas imposiciones, muchas veces caprichosas o nacidas del nefasto orgullo de poder, del que blasonan actualmente los  toreros y, apoderados. Si esta unión no se realiza, es por la falta de ese empresario genial que no aparece, el de hoy tan solo intercambia sus toreros de plaza en plaza imbuidos en afanes comerciales, olvidando que los toros fue en su historia puro romanticismo. Y puesto; que ese romanticismo es ya solo un recuerdo, esperemos el
milagro del soñado empresario se imponga y beneficie a todos en la Fiesta, publico inclusive. - Atentamente, un iluso.-

                        Fermin González- comentarista onda cero radio- Salamanca-