SER FIGURA

Cuando se es una figura del toreo: Él adornado con tal titulo sabe que hay un público ávido de admirar su arte, que acude allí donde él torea, debe saber también, que ha creado unas expectativas, una ilusión, un fervor popular que, tendrá un reflejo considerable en la taquilla. Si se quiere conservar tan elevada categoría y disfrutar de los favores que a esa categoría le corresponden, por lo menos hay que demostrar deseos y buena voluntad, poniendo a contribución, el valor, los recursos del arte y todo el caudal de afición que lleve dentro. Ser figura, liderar los primeros puestos del escalafón, es también aceptar una buena dosis de responsabilidad, de respeto tanto a, los aficionados y públicos, como a todos los que forman parte del escalafón de matadores y, por supuesto al toro. Es, y debe ser una exigencia personal y absoluta convicción.
Y, cuando estos resortes fracasen o desfallezcan, por imposibilidad de sacar partido de un toro o de varios. Cuando note que languidece su ilusión y su valor, lo mejor es “marcharse”, que es la forma de respetarse así mismo y a los demás. Lo que no debe hacer es conformarse, torear con desgana, mostrar indiferencia, desanimo, y ponerse a la defensiva mostrando un mar de dudas, dando una impresión de estafa. Por eso un primer espada, debe cargar sobre sus espaldas ese pesado fardo, y además soportarlo calladamente. Es muy cierto, que cuando se esta varios años en primera línea, comienza a suscitarse por parte de los públicos una exigencia posiblemente desmesurada, y que habida cuenta del sitio que ocupan y los honorarios que perciben, llegue el momento de una actitud más hostil, donde aparece el rumor y la acusación. Pero esto no es razón suficiente para arrastrar el nombre que tuvo, y acordarse de, cuando el público ponía a su figura los mejores vítores.- En una profesión tan exigente, en la que se expone la vida, una primera figura, no puede, no debe arrastrar su nombre con el único propósito de cumplir aliviarse y llevarse los dineros, debe tener dignidad, ética profesional y vergüenza torera, y; de la otra.-Claro que, en estos tiempos donde prima tanto el mezquino interés-. Bien saben ustedes, que las cosas son de –aquella manera-.

Fermín González- comentarista onda cero radio Salamanca-