DE REALES A EUROS

Un duro la entrada de sombra y diez reales la de sol. ¡Tiempos del Guerra, Fuentes y el Espartero! ¡Toros de Ibarra de Saltillo, del Duque! ¡Sol y sombra! ¡Sol y sombra!, vociferaban los vendedores a la puerta de la plaza. La reventa era ocasional y según cartel... Cobraba un espada 16.000 reales y valían seis toros de cinco a siete años treinta mil.

¡Tiempos de Bombita, Machaquito, de Rafael el Gallo, Vicente Pastor ¡... Mil duros un primer espada y dos mil seis cinqueños de Urcola, Pablo Romero, Concha y Sierra; ocho pesetas la entrada.

¡Tiempos de Joselito y Belmonte!.. Dos mil duros el maestro y quince mil la corrida de Parlade, Felix Moreno, Aleas, tres duros la sombra y treinta reales el sol. Son tiempos donde la reventa, ya esta perfectamente organizada. Asistir a una corrida de toros comenzaba a ser para mucha gente un sacrificio económico y hasta había quien embargaba el colchón, para con el dinero obtenido, sacar el boleto y no perderse la corrida (aquello era afición).

Si comparamos las cifras, vemos que hasta nuestros días siguieron las subidas casi con una ley de proporcionalidad. Pero de unos años a esta parte, la fiesta entra en un mercantilismo desproporcionado, a la vez que baja muy considerablemente la calidad del espectáculo que se ofrece (soso, mediocre, uniformado y fraudulento con exageración). Siempre fueron subiendo, como tantas otras cosas, los billetes de los toros. Siempre fue legitimo que, unos y otros ganaran dinero, pero ayer no era tan desmesurado, se tenia en cuenta la fiesta; y no se la exprimía como ocurre hoy.- de ello se va percatando el aficionado – (para muestra el botón charro de su ultima feria), donde solo las dos tardes de palpito triunfalista lleno la plaza.

¿Empresarios, corte de apoderados y toreros de “postín”...? – Ojo al toro y al euro - ... Ya veremos...

Fermín González comentarista onda cero radio- Salamanca-