CAÑAS Y LANZAS
Pasados los primeros acontecimientos de las ferias del Levante, donde se le va tomando el pulso a la temporada; y, donde comienza a perfilarse, lo que puede dar de sí su continuación, ante las dos grandes citas, que se anuncian.
¿Son Sevilla y Madrid el barómetro que marcan la temporada taurina, por el cual se rigen a tenor de lo sucedido en estas plazas el resto de ferias de la temporada? Sin duda, lo fueron, hoy ya, se duda, de que esto siga siendo así, la cita de Sevilla influye en la configuración de la temporada, no decide como en otros tiempos, pero orienta; si no permite un desfile de todos los toreros que interesan, si el de los más importantes, lo cierto es que llegando la feria de Abril sevillana, la fiesta se ve de otra manera, pues todo tiene más luz, colorido, perfil y sentido.
Al término de esta, comienza Madrid, con mayor número de corridas y más base torera, con el toro en cuajo ascendente y el calor en puertas; dice ya cuanto hay que decir. Bien puede decirse, que Madrid dirige el movimiento taurino en toda la Iberia taurina, que tiene ese noble privilegio del que ha gozado siempre la Villa madrileña. Los toreros (quieran o no) para ser y sentirse toreros, necesitan estar vinculados a Madrid. A él han de llegar, en él han de medir su gloria, sus afanes, esfuerzo y conocimiento. Es la meta, el reconocimiento y el impulso que siempre mantuvieron las grandes figuras; otros buscaran en el ruedo de las Ventas, la gran oportunidad que les encumbre, que les sitúe, y si puede ser, les de el sello definitivo afirmando así su rango taurino.
Pienso, que al igual que ayer, hoy sigue siendo así. Sin embargo el panorama que se esta presenciando en los últimos años, en la llamada “Catedral” del toreo, está dejando mucho que desear. Su historia taurina, su publico, su rigor y exigencia, así como la justa medida en que se pronunciaba, esta tocando fondo. Las Ventas y su Madrid taurino, están atravesando el peor momento, y sin embargo, la plaza se llena día tras día en la feria isidril. Buenas, buenisimas entradas o “no hay billetes”, la sitúan como el sueño de cualquier empresario de negocios taurinos. – Por algo será -.

Fermín González.-