Thursday, April 22, 2010

ESPADA O ESTOQUE

ESPADA O ESTOQUE
De las suertes del toreo, por la que siento más devoción y sensibilidad, en la que pongo una atención especial, es, en la ejecución de la estocada. La espada (femenino) o estoque (masculino) siempre fue de gran admiración, sobre todo si la mano que la maneja y el corazón que la rige, cumple debidamente su cometido y, esta se hunde hasta el puño en la cruz del morrillo, para que el toro sin puntilla ruede. Años atrás, conocimos toreros que portaban siempre el estoque de matar escondido, abrigado en la tela de la muleta, con posibilidad aviesa de clavar su aguijón en los flancos de los toros al doblarse con ellos. Ahora la espada “de verdad” es sustituida por una espada de aluminio o madera. Y, si el bicho es soso, tardo y no embiste, el matador la utiliza como látigo de domador, como vara de mulero que arrea a la bestia mansa.
¡”Cuando de zagal veía a, aquellos Maestros tomar muleta y espada en las tablas y, cuando el mismo la desenfundaba de su vaina de cuero, el acero brillaba y fulgía”!...
Durante unos instantes era apoyada sobre la madera pintada de la barrera, y en el borde de la valla la flexionaban un par de veces, hasta formar el arqueamiento necesario que facilitara su entrada y la hiciera más mortífera. ¡Aquella breve liturgia, me producía una emocionante fascinación!. Más tarde, comenzaron a pasar el cartel –“El espada de turno usara el estoque simulado por recomendación facultativa” -, después se retiro el famoso cartel, autorizándose el sucedáneo, espada de mentira o ayuda. Ocurre también en muchas ocasiones, que se parodia con la espada de verdad. - Y se produce, cuando sale un subalterno a los medios a entregársela al matador “tenga usted matelo”; ¡fuera, déjeme!- Le espeta la figura, con ademanes furibundos al peón- (triquiñuelas).
Pero la espada que no es venerada, bien usada y no se la respeta, no dará nombre al matador, sé encorajina y no entra, sacudirá con fuerza la mano, rebotara sintiendo su brazo la bala de su propio cañón con dolor y calambre, o puede asomar delatora produciendo un grifo de sangre, que publicara en el suelo la denuncia del fallo. El diestro matador, dirá que, perdió los trofeos por culpa de la espada, (mentira) el bruñido acero no tiene culpa de que su brazo, valor y técnica no se pongan de acuerdo en el momento crucial. Y, se debe tener en cuenta que, desde la ceremonia de alternativa, al armarse matador, debe tener en el corazón la espada o estoque “tanto mata, mata tanto”.
Fermín González- comentarista onda cero radio Salamanca.-

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