DESCABELLAR EL AÑO
AL
HILO DE LAS TABLAS
DESCABELLAR
EL AÑO
Este articulo que, puede usted leer,
si a bien lo tiene; es el último de este año 2017. Con él apuntillamos también
el año taurino al menos aquí en la
Iberia , pues en las templadas tierras americanas seguirán el curso
de sus ferias. Se baja pues, el telón de un año de tristes y luctuosos acontecimientos
de todos conocidos, donde también la barbarie, y la calamidad del mundo en que
vivimos, no dejan de sorprendernos cada día. En
cuanto al balance de lo acontecido en lo puramente taurino, a buen seguro que
todos hemos tomado nota de cómo se encuentra el panorama de los toros. Lo
cierto es que ha sido una temporada que bien pudiera ser para la reflexión. Una
más, en la que la Fiesta trata de recuperarse, de los aldabonazos sufridos, nos
consta que se está poniendo en ello, esfuerzo, y algunas ideas de cierta
consideración, sin embargo, la cosa no termina de “despegar”. Habrá que seguir
apostando, sobre todo por el toro, pienso sinceramente que cuando el toro
vuelva y las plazas recobren la emoción, el aficionado seguirá.
Ahora
nos disponemos todos a esperar que el próximo 2018 salga boyante y noble como
el mejor de los toros. Las cuentas del que hoy echamos patas arriba ya están
hechas con los clásicos resúmenes, estadísticas y clasificaciones, tan útiles
para pasar el rato y tan inútiles para sacar consecuencias aleccionadoras. Todo
pasó, y no parece que fue ayer, sino anteayer o más lejos aún.
Nos llega un tiempo entre copas de cava
y mazapán, mientras abren el toril, salta a la arena este año próximo ¿Cómo
será? Por lo pronto, hay que recibirlo con optimismo, con esperanza, con deseos
de felicidad, porque el desencanto, la amargura y los males, llegan solos, sin
que nadie los llame. Mientras sale el toro, en estos días que los toreros no
pasan miedo, donde todavía sus trajes de luces descansan alineados en sus
perchas y aun no han cobrado vida... Pronto,
sin que apenas nos demos cuenta, lucirán sus destellos en las plazas, inundadas
de sol y de gritos. Y la fiesta de los toros seguirá, aunque es bien
sabido, se palpa en el ambiente cierta desgana, con una afición muy castigada y
exceptica ante los enemigos que de nuevo cuño van surgiendo. Esperemos que no
continúen apareciendo más incertidumbres y sobresaltos y que unos y otros, los
que más intereses tengan, hagan lo
imposible por levantar el ánimo caído que hoy impera en el aficionado. Ocurrirá
en cuanto la fiesta recobre de nuevo, la emoción, la prestancia y sus cauces
logicos. Confiemos en ello – mientras – suerte,
a todos.-
Fermín González salamancartvaldia.es blog taurinerías
0 Comments:
Post a Comment
<< Home