GOYA CRITÍCO Y FIGURA UNIVERSAL
AL HILO DE LAS TABLAS
GOYA: CRÍTICO Y
FIGURA UNIVERSAL
Goya pintaba la
noticia, manejando las zonas de misterio con libertad creativa, vaciando sus
inquietudes en los incontables dibujos,
estampas y pinturas diseminadas por varios museos y colecciones particulares,
puesto que sus descendientes, a su muerte
fueron vendiendo gran parte de su obra al mejor postor. Como todos
saben, fue predilecto de Calos IV y odiado por aquel otro Rey “paniaguado”
Fernando VII.
Goya plasmo como nadie la realidad que lo rodeaba, esa era
su fuerza, la expresión unida al ingenio y la fantasía hacían de sus dibujos,
figuras casi habladas, en las mismas quedaban reflejadas, desde la locura a la
presencia de los desfavorecidos, la violencia contra la mujer, la guerra, donde
todas sus preocupaciones, sus pensamientos y sensibilidades se van dando cita
en cada escena, en cada personaje marginado, o en cada ilustración, donde lo
ruin y criticable asoman en su obra, fijados también en su misma personalidad
desconfiada, y luego obsesionado por la vejez, la edad, la enfermedad y la
muerte.
Creo sinceramente,
que Goya fue el primer periodista crítico capaz de denunciar con sus dibujos
todo aquello, que muchos no se atrevían a argumentar, en sus obras fueran de
una u otra naturaleza. Él nos descubría todo un mundo en blanco y negro, de
paleta de grises, claroscuros de variedad de tonalidades que representaba
cuanto le preocupaba y sus consecuencias, políticas, religiosas, económicas,
sociales donde los indigentes, brujos, víctimas y verdugos, formaban la cadena
de aquella observación que luego reflejaba en sus dibujos.
Goya en su afán de
ejercer cítrica, se acerca al mundo taurino donde se aglutina y acude en masa
el pueblo, interesándose por cuanto representaba el tumulto de la corrida,
hombres, toros, caballos, plebeyos y reyes en total griterío. Goya se interesa por los personajes, por la
muerte trágica. En sus grabados de Tauromaquia que realizo entre (1814-1816) Al
contrario de lo que se podría pensar, Goya no es taurino. Representa a
hombres, toros y caballos enfrentándose en desigualdad de condiciones. Refleja
la muerte trágica, es una alegoría de la violencia totalmente arraigada en
España. Cuando, en 1816, se puso a la venta esta serie fue un fracaso
comercial. Las composiciones se sitúan en el ámbito crítico y dramático de
los Desastres de la guerra, y el artista se hace eco en
ellas del debate sobre la legitimidad de la tauromaquia que
existía en la sociedad ilustrada.
Goya partió como
amigo de algunos “toreadores”, en especial de Martincho- que por cierto
hay dos con el mismo nombre y hay equivoco- pues uno Guipuzcoano de Oyarzun Martin Barcáiztegui (Martintxo) y (Antonio Martín Ebassun (Martincho) nacido
en Farasdués Zaragoza y es con este
último con quien el público llego al puro fanatismo, por las hazañas que este
prodigaba en las plazas, sin embargo no dejo nada que el arte pudiera ofrecer,
dado el brutal arrojo que su amigo Goya recogió.
Cuentan que el pintor aragonés, también estaba presente el
día que Pepe Hillo murió en la plaza de Madrid…. Y que con todos
los dibujos hacia una crítica de lo que ocurría en la plaza, siendo así mismo
quien dio nacimiento a otros dibujantes, que narraban en los mismos, lo que
acontecía en las plazas de toros, y como era el espectáculo favorito de los
españoles, y acto social de Reyes y plebeyos, aprovechaba la ocasión, para
criticar, los desencuentros entre españoles, validos, borrachos, pendencieros,
cómicos, aduladores, toreros de una u otra condición. Implacable crítico de la
sociedad, la realidad y la estupidez humana. Su temática al respecto, se puede
observar en toda su obra expuesta al mundo…
Con sus dibujos y estampas, Francisco de Goya alcanzó en sus últimos años la libertad creativa para volcar en ellos sus inquietudes y su visión de lo que le rodeaba, pero también son la manifestación vital de un anciano decepcionado con su época, sufrió una consecuente bajada de sus ingresos y parte de sus amigos y apoyos se marcharon al exilio, represaliados. A ello se añadía su estado de salud, que le llevó a obsesionarse con la vejez, la enfermedad y la muerte. Goya reflejó en sus dibujos no solo lo que le interesaba o le inquietaba, sino también la realidad que lo rodeaba.
Fermín
González salamancartvaldia.es blog
taurinerías
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