EL TORO EN SU MINISTERIO
AL HILO DE LAS TABLAS
EL TORO EN SU
MINISTERIO
Desde hace
prácticamente siete años, nuestra incomparable Fiesta Taurina. La tauromaquia,
viene perteneciendo al Ministerio de Cultura, para este “traspaso” se hicieron
notar muchas voces autorizadas, críticos, aficionados, toreros, ganaderos y
empresarios, en definitiva todo el toreo pidió dando validas razones unos,
otros sin saber muy bien lo que pedían y otros, una buena mayoría estaba
conforme en que se quedara como estaba. Y servidor se pregunta: ¿Han notado
ustedes algo distinto, relevante que les haya llamado poderosamente la atención?
¿Han notado ustedes, si la Administración, su
Autonomía, el Gobierno Ayuntamiento etcétera, han decidido
prestar un firme apoyo, a la
fiesta de los toros?, salvo, eso sí, de enarbolar la bandera de la tauromaquia,
reunir a los medios de comunicación y con una cursilería infumable, y mirando
de reojo a los opositores de los ministerios y corporaciones anunciar: “nuestro
pueblo, declara bien inmaterial la fiesta taurina”- olé.
Pero lo que nunca ha dicho la Administración venga de donde venga; que estaba
dispuesta a prestar el apoyo necesario una vez que la Fiesta se decidió donde
debía ubicarse.
Pienso yo: ahora que la Tauromaquia ha llegado al
parlamento, inclusive su comisión la preside el Sr Pio Escudero- creo, la
fiesta de los toros debería depender de la Presidencia del Gobierno. Es
evidente que los toros están a “caballo” de varios ministerios, por un lado el
toro, auténtico protagonista de la Fiesta, es un elemento por su formación y
crianza totalmente integrado en el Ministerio de Agricultura y Alimentación,
aunque claro, por su tradición y arraigo popular dentro de nuestra
idiosincrasia entra de lleno en Cultura. A sí mismo algo tiene que decir el
Ministerio del Interior vinculado íntimamente a la Fiesta, porque después de casi
siete años es responsable del orden público,
del desarrollo de la lidia etcétera. Y además otros sectores en mayor o menor
medida están involucrados dentro del “hecho taurino”, tales como pueden ser
Hacienda, Turismo… (Muchas plazas se ven con espectadores extranjeros)…
Comercio y Sanidad. Por esta razón apostamos en la necesidad de que sea una
Dirección General dependiente de Presidencia, quien aglutine todos los estamentos,
y al mando de un buen Director con capacidad ponga a la Tauromaquia, y con la
misma a su Cultura, a su historia, a sus personajes, su economía y su desarrollo, en ese pilar fuerte,
bien armado y sin fisuras.- El poderío del toro-.
Lo cierto es que no podemos participar de tan candorosos
optimismos; ahora la Fiesta,- la que está en Cultura-, tiene una tarea que se
avecina, es la más importante
comprometida y dramática de la historia del toreo, remodelar y renovar
totalmente la Fiesta de modo que sin perder sus tradicionales e irrenunciables
raíces populares se sobreponga con ilusionante juventud, es tarea absolutamente
de todos, y donde la Administración debe decidirse a ayudar de verdad, con
campañas, subvenciones y exenciones etc., comenzara a tener voz y voto sobre
Diputaciones, Autonomías, Ayuntamientos y Propiedades particulares de plazas de
toros, así como también poner coto a algunas gestiones, o inhabilitar a
aquellos que independientemente de sus resultados económicos resulten fraudes,
de la continuidad de la Fiesta.
Se abogó, por un reglamento único en toda España, que
recogiera sin excesos pero con total claridad y precisión el articulado
cambiando lo que corresponda y actualizándolo- dispuesto para cumplirse con rigor y seriedad-, (sigue todo igual, cada uno por su lado), la modificación de IVA, la ayuda a novilleros, las campañas publicitarias,
la unión de los sectores etc. ¿La tarea del cambio es difícil?... puede
ser… Pero hay que afrontar las reformas con mentalidad positiva aún a sabiendas
de que se pueden desmontar muchos “tinglados” y que de un modo u otro, algo
tenemos que sacrificar, pero creo sinceramente, que tal como va esto, hay que
darle a la Fiesta cuantas vueltas sean necesarias. Puede ser la última
oportunidad. Con Cultura o sin ella, esta es importante, en cuanto suena el primer clarín.
En esas estábamos, no sin incertidumbre, en la de cal y
arena, íbamos tirando entre la hipocresía de los animalistas, y políticos de
medio pelo, que negaran esta otra cultura porque están llenos de complejos y
vaguedades. Se construyó la FTL, con seriedad apoyo y un presidente Victorino,
con arrojo, principios, datos, respaldado por un sector volcado, y propia
ejecutiva, que hace valer cuantas consideraciones, al amparo de la ley y
legislación vigente. Por una vez todo parece encarrilado y la tauromaquia
remaba en una misma dirección. Y aunque bien es cierto, que aún faltaba ir
encajando la fiesta desde el punto vital e importante de su base y fomento,
íbamos paso a paso cobrando terrero:
En esas estábamos, cuando llego esta nueva calamidad, en
forma de virus, que ha puesto patas arriba, la vida y la hacienda de todo el
Universo, también las Américas donde sin duda la fiesta taurina tendrá
consecuencias. La ruina de muchos sectores, incluido el taurino se van a cebar
con descalabros económicos, y de nuevo aparecerán aquellos que desconocen y
agreden esta cultura. Vuelven las cruzadas, contra lo que
ellos denominan el bárbaro espectáculo, sin tener en cuenta la tradiciones, los
sentimientos, la raíz y la razón de ser de este pueblo, al que va unido el toro
en todas sus variantes, y que forma parte de nuestra naturaleza, y forma parte
de nuestro patrimonio, cultural, económico y social.
Vamos digo yo…
Fermín González Salamancartvaldia.es blog marinerías
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