RECUERDO PERPETUO
AL HILO DE LAS TABLAS
RECUERDO PERPETUO
Hablar de José Gómez Ortega, alias Joselito y Gallito es hablar de toreo, y además donde todo el
mundo, incluso los menos aficionados, sabe de quién estamos hablando. Y también
tienen algunas referencias, de las no pocas leyendas, que circularon alrededor
de este personaje, fuente de inspiración, para los revisteros, de la época que
dieron rienda suelta, en sus páginas, las más variadas “perlas” en sus
publicaciones.
Cuenta su hermano Rafael,
que con el diminutivo Gallito, fu
este el primero en utilizarlo, era el mayor de una terna de toreros, y afirma
que fue en Valencia de novillero allá por 8-4-1897, como bien saben los más
eruditos en tauromaquia, el pasodoble Gallito,
no fue en memoria de Joselito, sino
de otro hermano Fernando, que no tuvo
el éxito y el predicamento de Rafael Y José,
falleciendo de repente al año siguiente de la tragedia de Talavera.
Dentro del caudal
anecdótico, que nos presta la fiesta de los toros, se cuenta que por Semana Santa, los nazarenos pasearon a
la Virgen de la Soledad, por la puerta de su madre la Sra., Gabriela desviando el itinerario porque esta, devota de la
Virgen, se encontraba enferma. Una Sra., de mucho carácter –dice Rafael-, era
un poco alta, metida en carnes y “bailaora” con talento, sabia de toros
cantidad, y eso que no iba a las corridas, pero con tres hijos toreros y un
marido, da mucho juego… Se unió a mi padre en la (Venta del Burrero). No era gitana, como algunos creen, era cuarterona, el gitano era
mi abuelo… Mi padre tomo dos veces la alternativa, una de manos de José Giráldez
(Jaqueta), que perdió al irse de
banderillero con el Gordo, y la tomo
después de manos de Bocanegra en
Sevilla.
Evoca también Rafael,
que don Pedro un viejecito profesor
daba clases a José, pero Joselito,
dejo la escuela a los doce años, pues ya mataba becerros y a los quince ya
toreo 82 novilladas a los 17 le di la alternativa. Y añade, que recuerda con
cariño, la placita que su padre, a modo de escuela abrió en Gelves, - era chiquita-, pero por allí
pasaron, el Bomba, Reverte, Chicuelo etcétera…
Lo cierto es; que prácticamente de la dinastía de toreros,
cantaores/as, y bailaores/as, renombrados,
los Gallos y los Ortega, han
llenado de arte buena parte de la historia de este país llamado España. También
llenaron las páginas de cuantos revisteros, escribidores, dibujantes,
grafistas, pintores y poetas de toda la Iberia, se ocupaban de todos estos
personajes, que arrastraban a los públicos, y aficionados, a cuantos foros se
presentaban. Todo esto evidentemente ocurría (en un tiempo casi olvidado),
donde los artistas de cualquier índole y
condición pertenecían al pueblo, se debían en cuerpo y alma a su público. Eran
tiempos donde aún la vergüenza torera, la de los artistas tenían un significado
poco menos que “sacramental”. Era tal el respeto, hacia sus amigos, familiares,
convecinos, seguidores etc., que cuando ocurría un desliz, una mala tarde, un
paso mal dado, se apagaba una voz, o se salía de la plaza entre los dicterios
de los asistentes, que este, podía estar refugiado en la casa unos cuantos
días, hasta que de nuevo se atrevía a presentarse en público. Si: posiblemente
en aquellas calendas fuera exagerado, pero tal era el dechado y el deber de la
responsabilidad, libremente contraída, que no les exagero nada de cuanto les
digo… Claro que, es lo más natural, visto desde hoy, la responsabilidad es un
valor a la baja, y carece de credibilidad.
Volviendo a nuestro hombre Joselito, puede pensarse por algunos que se trataba de un torero ya
mayor, no, murió a los veinticinco años, y ahora parece ser, que al cumplirse
el centenario de su muerte, las plazas de Sevilla y Talavera de la Reina donde
perdió la vida, un 16 de mayo de 1920 por cierto (una plaza que había inaugurado su padre
Fernando Gómez García (el Gallo). Están
preparando un muy merecido homenaje, a este singular torero, que desde muy
temprana edad vino a decir que se trataba de un torero grande, con un
conocimiento superior tanto del ganado a lidiar, como de las suertes, a
realizar, en unos momentos donde aún la selección de los toros que salían de
las plazas no estaba en vigor y evidentemente aparecían por toriles, toros de
su más variada catadura de todos tamaños y de todas las condiciones, el toro se
criaba para la suerte de varas, y para el público, por lo tanto mansos, recelosos,
pegajosos, huidos, boyantes y destartalados, cierto que había ganaderías
contrastadas, en las que hoy siguen sus herederos mostrando sus hierros, casos
de Miura, la más renombrada.
La muerte de Joselito,
fue un tumulto luctuoso en España, era el espectáculo favorito de los
españoles, tanto que María de las Mercedes y Alfonso XIII reyes,
se personaron en la capilla donde descansaba el cuerpo inerte del torero, en
representación del pueblo español. Si: cosas que seguro que hoy serian
censuradas, tenían su aquel en una España en blanco y negro, colores que hoy no
hemos abandonado del todo. Si sabemos más de José, es por su hermano Rafael, torero
que también dejo un sello y una página taurina llena de controversias, capaz de
lo mejor y lo peor, nunca de la indiferencia, contador de historias, conocedor
de cuantos sucesos se producían, que no sentía devoción por el dinero, que
dilapido sin tino, y protagonista de las más curiosas hazañas por las plazas de
toros. En una última entrevista a Marino
Gómez Santos, Mi ruedo Ibérico (1959), pregunto, dadas las contradicciones
y especulaciones sobre el apodo, dijo: que su padre fue Gallito Chico; lo de Gallo fue por los saltitos que daba mi tío
al poner banderillas de ahí vino todo.
En cuanto al día de la tarde trágica de Talavera, la corrida estaba montada para mí: (Rafael) y para
Ignacio Sánchez Mejías, pero José me dijo: “quítate de Talavera y vete a Madrid”, coge el sitio mío porque no voy a ir. José estaba disgustado, por lo que ocurrió en la corrida de Urquijo. El Marques; era su primera
corrida en Madrid y quería que la
matara Joselito. Todo el mundo se
opuso, y Joselito dice: ¡si no toreo
los Urquijo no voy a Madrid, y al no haber acuerdo fui yo!, Joselito me reemplazo en Talavera. Era 16 de Mayo llovió
torrencialmente en Madrid, en el cartel estaba
Juan Belmonte, Madrid suspendió pero en Talavera se está celebrando, cuenta en la entrevista a Marino, que irían Belmonte y el Marqués de LLen a tomar un cocido a casa “Moran”, pero al legar a la conserjería,
- (“un telegrama para usted”)-decía: “José
gravísima cogida en el vientre” “lo ha matado pensé rápidamente”. El
revuelo por Madrid era un enjambre del gentío… llegue a Talavera: Blanquet lloraba en un rincón. ¿Pero y
la gente de Talavera? ¡Rafael!... Había ido a llorar a la plaza. José estaba allí de cuerpo presente.
Tres
golpes de sangre tuvo,
Y
se murió de perfil,
Viva
moneda que nunca
Se
volverá a repetir
(Lorca)
Ahora un siglo después, volvemos a recordar a uno de los más
grandes toreros, que dio la historia de la tauromaquia. A uno de los toreros,
que ha sido uno de los guías, uno de los que sembraron, con sangre la fecunda
afición de otros muchos que también dejaron su vida en los ruedos, y grabaron
una página de oro en este arte. Un referente que sigue y tiene continuación en
un tropel de jóvenes entusiastas, que siguen intentando seguir la huella y el
reguero de verdad de esta bendita afición…
Fermín González
salamancartvaldia.es blog taurinerías
Algunos datos,
pertenecen (Mi ruedo ibérico)
Bibliografía-Marino Gómez
Santos- (Espasa Calpe)
Depósito legal:
M.23.639-1991
0 Comments:
Post a Comment
<< Home