EL ESPORTON
CUESTION DE RESPETO
Son multitud de ocasiones: En las cuales podemos ver y oír tanto en tertulias, programas de radio, prensa y TV. Que, se emplea una palabra, que todos exigimos, agarrándonos a ella, y sin perder ocasión alguna para reclamarla, con el firme deseo, y en demanda de que se nos tenga en cuenta; me refiero al respeto.
Es una palabra que, en el contexto de los toros y también como vemos en la vida cotidiana, de tanto repetirla y exigirla, parece ser un valor en baja. Muchos toreros le han perdido el respeto al publico, lo cual no empecé que reclamen para si mismos todo el respeto del mundo. Esto, ha contagiado a los públicos, y ya son multitud los que se aplican la tópica y típica coletilla, que dice: “Cuando un torero esta toreando, se merece el máximo respeto, y no se le debe protestar”. Quieren decir (estas bondadosas, nobles y educadas gentes). Que, mientras el torero, puede estar realizando el toreo más mostrenco, que se pueda concebir, toreando de aquella manera – o sea mal – lo que se dice, pegando el "petardo", hemos de ser respetuosos y estar como en misa y, cuando arrastren al toro, entonces que protesten cuanto les venga en gana.- Lo bueno de todo esto, es que, hay quien cree, incluso, que esto esta regulado en el vigente reglamento taurino. Y si alguien alza la voz en legítima protesta, por el destoreo que se produce en el ruedo, como poco, será mirado con desprecio, y corregido despectivamente. ¡Pues, debe protestar al arrastre!
En los toros, no es solo el torero quien exige respeto, puesto que, hay una corte de humanos que también reivindican más de lo mismo, apoderados, empresarios, presidentes, delegados y otros muchos. Pero al llamado "irónicamente" respetable, al público asistente y pagano, apenas si se le respeta, sin embargo si le atropellan con innumerables situaciones fraudulentas, que se producen desde que, entra en la plaza. Merecen todos los respetos, todos aquellos que lo reclaman, nadie lo pone en duda. Pero hemos de tener en cuenta que otros muchos lo piden a “grito pelao” y nadie les hace caso. Y es que en cuestión de respetos, en las corridas de toros, no es precisamente el artículo 14 de la Constitución Española. ¿Quieren comprobarlo?, vayan ustedes a la plaza... vayan….
Fermín González.-
CUESTION DE RESPETO
Son multitud de ocasiones: En las cuales podemos ver y oír tanto en tertulias, programas de radio, prensa y TV. Que, se emplea una palabra, que todos exigimos, agarrándonos a ella, y sin perder ocasión alguna para reclamarla, con el firme deseo, y en demanda de que se nos tenga en cuenta; me refiero al respeto.
Es una palabra que, en el contexto de los toros y también como vemos en la vida cotidiana, de tanto repetirla y exigirla, parece ser un valor en baja. Muchos toreros le han perdido el respeto al publico, lo cual no empecé que reclamen para si mismos todo el respeto del mundo. Esto, ha contagiado a los públicos, y ya son multitud los que se aplican la tópica y típica coletilla, que dice: “Cuando un torero esta toreando, se merece el máximo respeto, y no se le debe protestar”. Quieren decir (estas bondadosas, nobles y educadas gentes). Que, mientras el torero, puede estar realizando el toreo más mostrenco, que se pueda concebir, toreando de aquella manera – o sea mal – lo que se dice, pegando el "petardo", hemos de ser respetuosos y estar como en misa y, cuando arrastren al toro, entonces que protesten cuanto les venga en gana.- Lo bueno de todo esto, es que, hay quien cree, incluso, que esto esta regulado en el vigente reglamento taurino. Y si alguien alza la voz en legítima protesta, por el destoreo que se produce en el ruedo, como poco, será mirado con desprecio, y corregido despectivamente. ¡Pues, debe protestar al arrastre!
En los toros, no es solo el torero quien exige respeto, puesto que, hay una corte de humanos que también reivindican más de lo mismo, apoderados, empresarios, presidentes, delegados y otros muchos. Pero al llamado "irónicamente" respetable, al público asistente y pagano, apenas si se le respeta, sin embargo si le atropellan con innumerables situaciones fraudulentas, que se producen desde que, entra en la plaza. Merecen todos los respetos, todos aquellos que lo reclaman, nadie lo pone en duda. Pero hemos de tener en cuenta que otros muchos lo piden a “grito pelao” y nadie les hace caso. Y es que en cuestión de respetos, en las corridas de toros, no es precisamente el artículo 14 de la Constitución Española. ¿Quieren comprobarlo?, vayan ustedes a la plaza... vayan….
Fermín González.-
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