Monday, February 08, 2010

Ayer era el último día para ver en acción a los noveles toreros del Bolsín mirobrigense
se llegaba a la final de esta cincuenta y cuatro edición, un bolsín que contempla el paso del tiempo, donde uno recuerda los avatares y calamidades para llegar hasta las fincas y a Ciudad Rodrigo, para ver a aquellos torerillos llegados desde pueblos y arrabales del cualquier lugar del mundo, para coger un numero, y poder torear. Y acaso, como tantos opositar a una plaza para matar un novillo.
Hoy la cosa ha cambiado y salvo alguna prueba que se realiza, fuera de las fronteras y alguna finca, el resto de las pruebas se realizan en la coqueta plaza, que tiene el fabuloso complejo del Conde Rodrigo, donde el numeroso publico se da cita cada fin de semana, para seguir y evaluar a estos jóvenes aspirantes, que quieren pasar a formar parte de la dura y zozobrante carrera del arte de lidiar reses bravas. Parece ser, que este año el nivel en cuanto a ganado y “promesas”, ha sido elevado y se han visto chicos de muy buen corte, que han entrado en competencia, y que han exhibido muy buenas cualidades sobre todo técnicas. Ayer en la final y con ganado de Iruelo, - Santa Coloma- fuertes y encastadas, con una quinta becerra, de extraordinaria nobleza, recorrido y fijeza, que resistió cuanto de bueno y malo le hicieron los toreros-, el resto del ganado bien presentado, que no se aplico demasiado en el caballo, pero tuvieron calidad en la muleta; entre las esperanzas novilleriles, han sobresalido dos entre los nueve finalistas, que optan a ser el vencedor de esta edición, se trata de un novillero de Arganda (Madrid) de nombre Fernando Adrián y un fino novillero salmantino Roberto Blanco, ambos han sido los mas destacados en las distintas pruebas celebradas, ambos poseen cualidades importantes, torean con buena técnica, aguerridos y con formas muy interesantes, siempre dispuestos y con pasajes brillantes, que mezclan como no podía ser de otra manera, con la visones. Sin embargo, pese a su buen concepto y técnica del toreo que practican, no sobresalen del adocenamiento y la monotonía. Es decir; dan pases de buen trazo… Si, pero apenas intentan otra cosa que derechazos… menos naturales... remates de poca hondura, arriesgan poco, les falta desparpajo y alegria, estar más en novillero. Porque todo resulta tan académico, tan uniforme, tan aseado que, aun reconociendo sus buenas hechuras, su merito etcétera... uno sale diciendo… Aquí falta algo… Aquí falta algún ingrediente al puchero… Esta rico; pero algo le falta... Y con esas salimos de la coqueta plaza del Conde, el jueves se sabrá cual de los dos aquí citados es el vencedor, y, el que lo sea será portada grande. - Que Dios le guíe-.

Fermín González comentarista onda cero radio Salamanca.-

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