UN CRITICO QUE HIZO ESCUELA
Llego a ser una jerarquía dentro del periodismo y de la critica taurina: Ángel Caamaño Izquierdo más conocido por el Barquero (1861-1927). Un madrileño de fino ingenio, fácil versificador y escritor ameno.
El popular critico madrileño, que al llegar a la envidiable edad de los veinte años, se vio atacado su organismo por la fiebre taurina y rodó por pueblos y más pueblos, una veces como banderillero, como matador otras, siempre dispuesto a dar fin a aquellos marrajos, que pisaban la arena de las improvisadas plazas pueblerinas.
Pues bien; cuando pasados los años el Barquero- veía los toros desde la barrera - su pluma trazaba sobre el papel aquellas amenas reseñas que constituían por su rigor y veracidad su plato fuerte, que hubo una época, en que dejo de firmar estas en el Heraldo de Madrid - volviendo después a pedirle - que reingresara en el prestigioso periódico, como así lo era el Heraldo en aquel tiempo.
Mi pretensión, no es otra, que rendir tributo a la memoria de quienes dedicaron por entero su vida a escribir sobre temas taurinos, y, de pasada, que se conozca, aunque solo sea superficialmente quienes fueron los críticos, que dieron cuenta de los primeros pasos de las figuras cumbre como fueron Joselito y Belmonte.
Ángel Caamaño Izquierdo, que un buen día llego a la prensa.. sin titulo.. para ejercer la critica taurina, dispuesto a decir a los toreros ¡ las verdades del Barquero !- de donde nació su seudónimo - . En este hombre se dan dos curiosas paradojas; primera con Maoliyo el Espartero: la mañana del día de su muerte, quisieron presentárselo en el Café Ingles: pero hubo de renunciar a tal honor por falta de tiempo. Unas horas después era ya imposible. La segunda curiosidad, abandono la escuela, cuando apenas sabia escribir, y escribiendo llego a mantenerse y a mantener a los suyos. Cuestión harto difícil en aquellos tiempos, y, en estos también.
Fermin González.-
Llego a ser una jerarquía dentro del periodismo y de la critica taurina: Ángel Caamaño Izquierdo más conocido por el Barquero (1861-1927). Un madrileño de fino ingenio, fácil versificador y escritor ameno.
El popular critico madrileño, que al llegar a la envidiable edad de los veinte años, se vio atacado su organismo por la fiebre taurina y rodó por pueblos y más pueblos, una veces como banderillero, como matador otras, siempre dispuesto a dar fin a aquellos marrajos, que pisaban la arena de las improvisadas plazas pueblerinas.
Pues bien; cuando pasados los años el Barquero- veía los toros desde la barrera - su pluma trazaba sobre el papel aquellas amenas reseñas que constituían por su rigor y veracidad su plato fuerte, que hubo una época, en que dejo de firmar estas en el Heraldo de Madrid - volviendo después a pedirle - que reingresara en el prestigioso periódico, como así lo era el Heraldo en aquel tiempo.
Mi pretensión, no es otra, que rendir tributo a la memoria de quienes dedicaron por entero su vida a escribir sobre temas taurinos, y, de pasada, que se conozca, aunque solo sea superficialmente quienes fueron los críticos, que dieron cuenta de los primeros pasos de las figuras cumbre como fueron Joselito y Belmonte.
Ángel Caamaño Izquierdo, que un buen día llego a la prensa.. sin titulo.. para ejercer la critica taurina, dispuesto a decir a los toreros ¡ las verdades del Barquero !- de donde nació su seudónimo - . En este hombre se dan dos curiosas paradojas; primera con Maoliyo el Espartero: la mañana del día de su muerte, quisieron presentárselo en el Café Ingles: pero hubo de renunciar a tal honor por falta de tiempo. Unas horas después era ya imposible. La segunda curiosidad, abandono la escuela, cuando apenas sabia escribir, y escribiendo llego a mantenerse y a mantener a los suyos. Cuestión harto difícil en aquellos tiempos, y, en estos también.
Fermin González.-
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