PAGINAS DE ORO- DOMINGO ORTEGA
PAGINAS DE ORO
DOMINGO ORTEGA
En los tiempos de D. Pedro
Balaña (padre), ocurrió que un novillerete desconocido que imploraba debutar en
Barcelona; Balaña accedió a anunciarlo; el novillerete alcanzo un triunfo
clamoroso, cuando el empresario le ofreció repetir el domingo siguiente, el
novillerete exigió dinero fuerte y en mano pues ya no era un desconocido,
era ¡Domingo Ortega!. El episodio lo
contaba hace muchos años Balaña (hijo).
Fue, la primera “hazaña” de
quien a la postre seria uno de los personajes importantes de la tauromaquia.
Uno de esos padres necesarios para pasar la transición de una Fiesta taurina
donde la historia y la leyenda tenían acento propio:-¡Como la tiene evocar sus
recuerdos, dando una pincelada a la vida y a la personalidad de este que por
derecho tiene una página en la tauromaquia.
Un hombre, un torero que,
frecuentaba la librería Berdequé,
que tomaba el aperitivo en El Abra,
que cada tarde visitaba el Casino de
Madrid y, que tenía a bien sentarse en tertulia en el Circulo de las Bellas Artes.-¡ Que un torero se diera cita en
aquellos locales del Madrid creciente, es indicativo de la categoría personal
del (mal-llamado “Paleto de Borox”)
por donde se movía, atraído siempre (como ocurrió con Belmonte), por la cultura
y por aquellos que se prodigaban en darla a conocer entre los que se encontraba
su gran amigo Díaz Cañabate autor
precisamente de la –fabula de Domingo Ortega-, un libro sobre la
vida, avatares y el ambiente taurino de
su amigo el torero, que también gozo de otras buenas amistades como: Pérez de Ayala, Julio Camba, Miguel Ruiz etcétera. Fue Ortega
muy conferenciante, hablaba mucho del mundo de los toros, y decía que “España
era eminentemente taurina; y que en el fondo, todos los españoles hubieran
querido ser toreros.- (si lo escucharan hoy)…
Su finca de Navalcaide y su obsesión por el agua
fueron una constante en su vida, al nacer en campos polvorientos con los
primeros dineros del toro, la impulso del Tajo a Borox. Dos hermanos Lucas y
Pablo, y un padre de la burguesía pueblerina tenían tierras en arriendo. Ortega
sabía exactamente los Km que había de
Borox a Madrid, los hizo a pie más de
una vez y recordaba la primera llegada a
la capital, fue detrás de un burro cargado de cebollas, arreando estopa, no
podía subir en el animal porque traía 120 k, de carga.
“Su servicio al Rey”, lo hace
en Mérida- con recomendación se hace cabo y obtiene permisos frecuentes, viaja
a Madrid y deambula entre los “maletas” y banderilleros que buscan oportunidad,
y se tiro de espontaneo en Almorox plaza de carros, despliega la muleta y mata
al toro – le sacan en hombros-, veinte duros y novillada al día siguiente ¡y
cobro nada menos que sesenta!, se anunció como Domingo López “Niño Orteguilla”,
en Cenicientos salió por pies con la ayuda de Salvador García paisano, quien
fue su primer valedor, hasta muchos años después rueda por pueblos sin mucha
suerte y llega a Madrid con novillos de
Covaleda - Pérez Soto, Maera y Ortega, - nuevo en esta plaza-, tampoco es
Madrid donde tiene suerte. Si en Barcelona (tal como se recoge al inicio de
este repaso), donde se produce la trasformación.
Regresa a Borox, y se queda
mirando la finca por la que pasaba tres años antes en alpargatas, -… Era de
Veragua y tenía agua-…
El primer año de alternativa
noventa corridas le avalan y acaba la aventura pintoresca de su vida.-“La
aventura del labrador toledano con alpargatas blancas y gorra visera”. Empieza
la popularidad, acaba la biografia dramática del torero, y como casi todos se convierten
en estadística. Comienza a decirse aquello de “Domingo Ortega, el torero de la
armonía” ¡Si no sale aqué tanto
castaño!... Pero salió, como le sale
el toro a todos los toreros, solo que ese día tienes que estar-…
Conoce a Manolete, en el 39, Puerto de Santa María, van a torear una de
Pablo Romero, el cordobés, ya había visto torear a Ortega, y este dice que
Manolete, tenía excelsas condiciones, que fue perdiendo en virtud de las circunstancias;
los amigos aduladores le llevaron por otro derrotero del debía ir. Al día
siguiente de morir Manolete, toreaba Ortega en Linares, se enteró cuando en
Manzanares se cruzaron en Despeñaperros con el coche de Gitanillo de Triana que venía camino de Madrid a por el doctor Jiménez Guinea, Ortega y Cañavate
llegaron a las dos de la madrugada, al hospital de Linares.-Manolete conoce de
inmediato a Ortega ¡… Maestro…! Domingo le toco la frente: Este hombre está
muerto… Hacia las cinco Manolete reacciono un poco salimos a dormir en el
parador de Úbeda- y al llegar nos avisaron… Manolete ha muerto. Se suspendió la
corrida; luego Ortega sustituyo al finado en varias plazas.
Trato Ortega con los
intelectuales del momento, con Cañavate amigo leal inseparable, con Zuloaga, Eugenio de O´rs, Marañón,
Ortega y Gasset.
Le dolió, y mucho la trágica
muerte de Salvador García su antiguo preceptor, ocurrió encerrando una corrida
de toros, un astado salto y le dio un golpe terrible en la cabeza, lo dejo
muerto.
En 1935, se hace ganadero-
divisa de Parlade- de Ernesto Blanco, le mataron 400 vacas en
la guerra “incivil” y se salvaron treinta que estaban en Salamanca, luego en el
1939 se rehace la ganadería.
Escribir es muy difícil
decía: En las cuartillas salen los pensamientos distintos. ¡Desde que están en
el cerebro hasta que llegan a la pluma se enfrían, se dispersan!
Siempre vivió con su mente en
el toro. Entre una razón científica y una teoría, Domingo hace vida de
sociedad, toreo innumerables festivales; hizo una película “tarde de toros” y
decía que el traje de torero no es para hacerse fotografías, si no para torear
-lo mismo que hoy-, por cierto que nunca vistió de verde, había nacido el
(25-2-1906) y nos dejó el (8-5- 1988), se retiró definitivamente en 1954 en
Zaragoza, sus restos reposan donde nació, en su pueblo de Borox.
Estas como digo, son unas
pequeñas pinceladas de uno de los grades padres de la tauromaquia que: Los que
hablamos y escribimos de ella estamos obligados a recordar. –“Vamos
digo yo”-.
Fermín González- comentarista.-
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