EL COMPROMISO DEL BRINDIS
Bien es sabido: que una de las cualidades importantes de "Joselito",(hablo del otro) era la prontitud que tenia en ver los toros. Nada más; aparecer estos por toriles, el menor de los "Gallos" intuía el toro de faena y lucimiento, o el de aliño.
Tal es así, que en una ocasión, un gran admirador suyo, que lo seguía allá donde hiciera el paseíllo, tenia empeño en que el torero le brindara un toro. "Joselito" se lo prometio; y el admirador compró- un magnifico capote de paseo -, para regalárselo como agradecimiento del brindis. Pero se sucedían las corridas en Madrid y provincias, y "Joselito" no cumplía lo ofrecido. El seguidor se impacientaba, pero la disculpa siempre era idéntica.
- No ha podido ser. No ha salido el toro para torearlo a gusto, como Ud. se merece.
Al fin, una tarde. "Joselito" se dirigió a la barrera que ocupaba tal señor; y montera en mano, le dijo:
- El toro es muy gueno amigo. Va por Ud. que es buen afisionao.
"Joselito" obtuvo clamoroso triunfo. Si no hubiera visto el toro, no hubiera estado seguro de el, no lo hubiera brindado; cuestión que antaño no se prodigaban con la frecuencia que hoy se hace. Hoy el brindis, esta desvalorizado. Se brinda por rutina, incluso para atender algún compromiso, por atender un ruego, o arrancar unos aplausos. Deciden brindar, sin contar con el toro, ni con sus fuerzas, ni tan siquiera con su propia decisión. En muchas, en demasiadas ocasiones, no procuran ni siquiera hacer faena. ¿A que habrá brindado, para luego no querer ni verlo?. Se brinda por ese afán de imitación, por ese afán de querer ser torero en todas las partes, y en todos los detalles, menos frente al toro. Y para brindar su muerte, primero debe sentirlo vivo.
Fermin González.-
0 Comments:
Post a Comment
<< Home