Monday, February 04, 2013

PECADO CAPITAL (LA ENVIDIA)


PECADO CAPITAL
 La envidia, es una de las modalidades más necias e inútiles que existen. Ser malo por ambición, enriquecimiento, poder o codicia, puede ser repugnante y atroz, pero tiene cierto sentido, por perverso que sea. Ahora bien; alegrarse con la desgracia del prójimo y enfermar de envidia ante sus éxitos, es realmente miserable y estupido, porque entonces los sobresaltos y satisfacciones de tu vida dependen de cómo les vaya a todos aquellos que tu consideres.
Este pecado, esta generalidad tan “española”, se recrudece, y se nota con más nitidez en provincias, donde todo esta más cercano, sus personajes y convecinos se cruzan a diario. No escapa el mundillo taurino, de este “pecado”, al contrario –“se viene arriba”. Así pues, en todas las variantes taurinas, que ustedes consideren, esta acendrada tendencia hacia la mezquindad se manifiesta con inusitada alegría. Mientras un torero triunfa, por lo general hay un papanatismo reverente allá por donde vaya; -palmadas, fotos, apretones, frases trilladas, viscosa papilla televisiva, o retórica oportunista en cualquier medio, esto será  la piedra de toque, para poner a punto la joven vanidad del torero. Pero cuando el personaje en el ejercicio de su profesión, o sea, la tarde en curso ha sido aciaga, y has pegado algún que otro tropezón, los mismos que antes te adoraban, se lanzan la yugular y se refocilan, con el (“ya lo dije yo, que era uno más, que no valía, que estaba condenado al fracaso”). No hacen falta nombres, pero todos sabemos y conocemos estos sucesos en cada pueblo o provincia, donde nace un torero o varios, y cuando tarda en llegar el triunfo sonado, se van relajando los resortes de la ilusión incluso en aquellos que con variado entusiasmo montaron su peña.
La cautela, el tiempo, el trabajo, la afición, la constancia unido a una buena dosis de humildad, son generalmente cualidades, que no se deben perder de vista ni abandonarlas, con ellas, se puede siempre volver a la senda que por uno u otro motivo un día se abandono. No hay nadie que fracase del todo, y triunfe del todo, y desde luego nunca, es para siempre. Hoy te puede ir bien  la vida personal, mientras en la profesional tienes uno o varios reveses, y quizá en breve pueda ser al contrario, y dentro de otro tiempo, pueda cambiar el panorama. En otros países, otros lugares, respetan y cuidan a sus figuras, a quien triunfa en determinados momentos. En otros nos lanzamos a pisotearlos.- Es lo que tiene la cochina envidia.


            Fermín González- comentarista onda cero radio- Salamanca-

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