Thursday, January 12, 2017

DINASTIA LOS CHOPERAS

AL HILO DE LAS TABLAS
DINASTIA LOS CHOPERA
No han sido tan solo los toreros los que han influido en sus descendientes, hijos, hermanos o parientes, también como veremos entre los empresarios, se da este fenómeno, y me lleva esta curiosidad, a entender y saber algo más, de los que siempre se conocieron en el mundo taurino como “La Casa Chopera”.
El primer Martínez, o sea el primer “Chopera” fue Don Severino, que por entonces llevaba, cuadras de caballos, y sus contratas por las plazas, eran tiempos donde aún se picaba sin el peto, y ya medianamente acaudalado comenzó a organizar algún festejo, en una plaza emblemática para las siguientes generaciones como lo fue la francesa de Mont de Marsan, pero allá por el año 20, del pasado siglo, se despeño en la localidad de Jabalquinto (Jaén), dejando viuda a Ángela Elizondo con sus hijos Manuel, Antonio, Carmen y Pablo Martínez Elizondo, seria este último quien toma el testigo, llevaría las riendas del negocio, y  pondría en la cima del éxito a esta familia de empresarios, en sociedad con los hermanos, que cambian el rumbo,- con la llegada del peto-, de las contratas de caballos, a organizar festejos. Y donde Don Pablo, la nueva cabeza del clan, tiene una visión y capacidad empresarial que logra entrar en las plazas importantes, volviéndolas a llenar de interés con audaces carteles, son llamados para llevar Bilbao, Logroño, entran en el Condominio de Salamanca construyen  Badajoz, y dominas las plazas francesas de Marsan, Eauze, Bayona, Hagetmaut, Toulouse, incluso se acercan a Nimes y la Maestranza sevillana en 1958.
Don Pablo, crea un fuerte mapa empresarial con el que construye un futuro para las siguientes generaciones. Había contraído matrimonio con Luisa Flamarique, y de este nacen Jesús, Manuel que será el próximo Don… Carmen y María Luisa, algunos ya fallecidos como es conocido. Del otro hermano de Don Pablo, (Manuel) son los Martínez Uranga Antonio y Javier, primero socios de Manolo Chopera, y luego los también llamados los “Chopera Chicos” o los “Choperitas”.
Como empresarios hubo anhelos no logrados, como fue la desaparecida plaza del Chofre en San Sebastián, aunque si llevaron desde sus inicios  la nueva de Illumbe, que también ha dejado de dar toros, por los “enjuagues” políticos tal como ocurrió en Barcelona,- aunque en esta primera se han vuelo a reanudar las tardes de toros, en su semana Grande de San Sebastián-; sin embargo están presentes en no pocas plazas americanas, cuando ya estos se habían consolidado como grandes empresarios y se apoyaron en el apoderamiento de grandes figuras del momento Ordoñez, Camino, Aparicio, Cordobés, y esto termino de darles una fuerza enorme, de echo en las temporadas americanas todo el toreo, y todo el ganado que se embarcaba, llevaban el marchamo de los Choperas. En esa fuente de riqueza llegan las fincas, ganaderías y otras fuentes de inversión, cuestiones que acrecientan el poder y el entramado taurino.
Pero esta familia es una cadena bien engarzada, y al fallecimiento de Don Manuel, le suceden sus hijos Oscar Y Pablo, que como no podía ser de otra manera han seguido aprendiendo, todos los resortes, todas las practicas, así como también una continuación de la vocación, quizá más alejada de lo que fueron sus antecesores, aunque solo sea por este mercantilismo puro y duro que desde unos años atrás está presente e imperando en la sociedad; y como no, en el mundo taurino.
Pero siguiendo con esta dinastía, se significa con la muerte de Don Pablo por los años
70, coincidiendo con otra crisis taurina, donde hubo mucho que aguantar y saldada con fuertes pérdidas, los Uranga reconocen el liderazgo de Manolo Chopera, y al parecer las familias siguen en magníficas relaciones, aunque en algunas ocasiones, por mor de sus intereses, haya podido parecer, que era todo lo contrario, tal como en esta nueva etapa en la que se nos anuncia que por unos años esta plaza de Salamanca, será gestionada por los Choperas, Oscar y Pablo, que por cierto, estos ya tienen en sus gestiones por las plazas, otra nueva generación, que ya se deja notar por las mismas. Esperemos que unos y otros evoquen los recuerdos de sus antepasados, y saquen de esta recesión la tauromaquia, aquellos ya lo hicieron en su momento, ahora toca poner el ingenio, las ideas, para levantar una Fiesta endémica, alicaída con falta de ingredientes suficientes para llevar de nuevo el público a las plazas. Si no puede esta dinastía empresarial… veremos que pueden hacer los demás.-
Aunque al término de este artículo, aparece la sorpresa,  que será una empresa mexicana, la que  llevara las riendas de esta Glorieta, al parecer por los próximos veinte años. Si les soy sincero, les diré, que nunca pensé, que la dinastía “Chopera”, dejaría sus plazas en otras manos… Como cambian los tiempos… ¡Si alguno de ellos levantara la cabeza!... Esperemos la próxima Feria, para ver como corre el “galgo”…


Fermín González- Comentarista- salamancartvaldia.es    blog taurinerías

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