EH...EH... TORITO MIRAME
AL HILO DE LAS TABLAS
¡EH…EH…
TORITO MIRAME!
Por el titular del artículo, habrán comprobado
los lectores aficionados, que me refiero al grito que, a manera de incitación
suelen dar algunos toreros para provocar u obligar al toro a que se arranque al
señuelo de la muleta. Antiguamente el grito era de ¡toro! ¡ju!, y el
toro generalmente acudía. Pero, no eran pocas las veces que al toro le
decían ju…, hasta ¡ja... ja… ja! Y hasta
troncharse de risa, sin que el manso acudiese al cite, ante la insistente llamada.
Todas las formas de llamar a los toros, se extienden por el escalafón, hasta
que salio otro que trajo el “¡mira toro mira…!, grito que también fue
degenerando y ahora la llamada se ha acortado, en el “¡ira toro ira…!.
Si
uno presta atención, puede observarse y oír a toreros que hablan con los toros,
y que la voz de ánimo y con cierto mimo, ayuda al animal a colaborar. Pero, la
cosa va mucho más lejos y, ya desde la barrera le comunican al diestro que le
hable al toro resueltamente, y este, se aplica a la labor. “¡Anda torito
vente…!”. “¡Anda ya valiente…!” y, “zas” el pase. Otros por el contrario son
mucho más vehementes y azuzan al cornudo con un “¡venga torito arráncate…!” –
te voy a meter un natural que te van a crujir los “guesos”, a veces el animal
se niega, y ya hay que acordarse de su madre, o la vaca que te parió, lo normal
en estos casos.
Sin embargo, hay otros observadores,
que consideran que eso de vocear según que cosas a la res, no es un detalle de
astucia, ni siquiera de valor, sino de todo lo contrario. Porque, la verdad es
que hay toreros que se desgañitan llamando a los toros, y en no pocas veces les
lanzan agresivos insultos, que más que alegrarles la embestida, parece que
quieren espantarlos, faltándoles al respeto.
Contrariamente, a llamar a los toros
y desafiarlo con abaritonada voz, han existido y existen toreros, que incitan
al animal con un“Bisbeo” casi imperceptible, como buscando el secreto, la
complicidad, y la seducción de la res. Tengo entendido que a Juan Belmonte
apenas se le sentía sisear cuando estaba toreando a gusto… Y que sin embargo,
le explicaba al toro que clase de muletazo le tenía preparado. O sea toreros de
voz baja. Otros se hacen oír hasta fuera de la plaza. “A que sí.”
Cuando llega el
ultimo tercio de la lidia, y el espada de turno inicia la faena de muleta,
desde los burladeros se le va dictando al “maestro” lo que tiene que hacer.
Suele ser el peón de confianza y también los de menos confianza, los que
sacando la cabeza por la tronera del burladero comienzan: - mu despasito y al toque – así – siempre
crusaito – eso es – bieeen... llévale con la muletita plana- bieeen torero –
colocao – eso es – vamo a rematar así – quieto parao.
Segundo acto o tanda de faena:
Siempre crusaito – eh – llévale llévale con la muleta – vamo despasito que la
esta tomando – eso es – otra vez – bieeen... dale sitio -. Ahora por el
izquierdo – hay que hacer lo mismo – mu despasito – sin atacarle – llévalo mu
despasito – por debajo – eh – por debajo – bieeen... torero – eso es – toque
toque – Cambia por el otro lao – que ya tiene pocos pases – engánchalo adelante
y despasito – eso es – crusaito – siempre crusaito – la muletita en la cara –
remate remate – vamo a pegárselo – eso es – bieeeen....
Vamos por la espada: Venga a
mata con ganas – eh – también despasito – ábrelo un poquito – pásalo – cámbialo
– dáselo – lo tienes que pasa – vamo a matar bien ese toro – vamo a reventarlo.
Que sea o no el colofón del triunfo,
eso ya es otra historia, lo que si le han dado al torero desde el burladero, es
toda una lección de lo que ha debido hacer y, otra cosa es que el espada haya
hecho oídos sordos de cuantos consejos le eran trasmitidos. Y es que al
contrario de otro arte como el teatro, el actor tenia que decir y hacer cuanto
le dijera el apuntador desde su burladero.
Fermín
González- salamancarvaldia.es blog taurinerías
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