VOLVER AL MIEDO
AL HILO DE LAS TABLAS
VOLVER AL MIEDO
Vertida la primera catarata de
tinta desde que se conoció el regreso de José Tomas, que decidió reaparecer a
los ruedos por tierras mexicanas, tierras y plazas que el bien conoce. Ocurre después cada año, cuando comienza
el alborear de la temporada y las
empresas a gestionar y
confeccionar sus carteles para las ferias, -como digo- No es nuevo el
esperar la sorpresa de donde iniciaría la temporada, o bien sus contadas
actuaciones este torero, desde que decidió reaparecer de nuevo años atrás.
Siempre se ha venido especulando con su forma y
la incógnita de su proceder. Este nuevo amanecer por
fin se ha producido, y por supuesto que muchos aficionados, y la Fiesta en si agradecen que el
“deseado” torero de Galapagar se
enfunde el vestido de seda, oro y miedo.
Digo miedo; porque tal como declaro el mismo en una entrevista. - Que paseando por Sevilla una tarde de
corrida, se relajo tanto por los parques de la ciudad… que se dio cuenta de que
le faltaba algo… No estaba con la obsesión y preocupación de otras veces
¿Necesitaba el miedo?, necesitaba ese mal rato, esa droga psicológica que te
cambia el carácter y te quita el hambre. Lo note - decía el torero, cuando me vi
en el patio de cuadrillas… Ahí volví a esa vieja sensación, pero hubiera sido
mejor estar con ella más tiempo. Ahora, pasados muchos meses, nos revela que
será México la plaza donde inicie este nuevo pasaje, para que la incógnita y el
misterio sea de nuevo la sintonía de, donde será su continuación- si la
hubiese- Y; vuelve el torero a sentir el “mono”
de las angustias, de encarar y dominar el miedo llevándolo cerca, tal como pasa
el toro, pero mandándolo y dominándolo.
Termino de ver el video de ese
nuevo encuentro con la afición mexicana, en esa plaza embudo y más de cuarenta
mil almas en sus asientos, evidentemente que el público asistente esperaba que
el torero de Galapagar, hubiera cosechado un triunfo espectacular, sonoro,
rotundo, las entradas se pagaron caro y había que refrendar el bullicio, el pueril y desorbitado entusiasmo. No fue
así, no me cabe duda de que José Tomas iba a salir a por ese triunfo
espectacular, que mantuviera en vilo una vez más a sus incondicionales, sin
perder un ápice el crédito ganado, el torero volvió al miedo, al nervio
mantenido, a conjugar las razones elementales del toreo, a salvar el escollo de
la responsabilidad, a navegar entre esas dos aguas que son el toro y el público.
Lo cierto es que repasando la película. Jóse Tomas, por momentos logro conectar
bien, pareció relajado, remataba las series con empaque, piso su terreno, el de
verdad y compromiso, pero también es cierto, que paso momentos de amarga
transición, luego sonaron pitos, luego no manejo con acierto los aceros, luego
se vio atropellado, y su semblante reflejaba una tensión que reseca la boca y
los poros de la piel segregan insatisfacción, cuestiones muy humanas, en
cualquier otro torero, o persona que no ha conseguido el fin propuesto, por otro
lado, todo su entreno de campo, no es lo mismo que el rodaje y sensaciones de las plazas, y aunque sea José Tomas se
nota. Ahora toca pensar, razonar y decidir… A buen seguro que lo hará volviendo
al miedo… Al tiempo.-
Fermín González.-
salamancartvaldia
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