EL TORO RURAL
AL HILO DE LAS TABLAS
EL TORO RURAL
Hoy quiero recordar a los pequeños pueblos de esta provincia, y aquellos otros que pueblan la geografía de la piel de toro; a esos pueblecitos encantadores y recoletos, a esas ferias genuinas, mayoritariamente en los meses de Agosto y Septiembre, cuyo sabor y tipismo hace honor a esas fiestas patronales, donde se disfruta de unos merecidos días de alegría y alborozo, intermedio de tanta labor campesina.
Por ello resulta enriquecedor saber que en los
pueblos, la afición sigue viva, y al mismo tiempo esta, constituye la
distracción y jolgorio, para disfrute de mozos, peñas y charangas, así como de
sus visitantes que vuelven a sus raíces de nacimiento, recordando sus mocedades
y engrandecer las fiestas de su pueblo, que no se concibe sin el festejo
taurino, y donde la expectación de chicos y mayores, son el punto culminante,
en el cual se dan cita los amigos, familiares y forasteros venidos a
participar, encontrándose año tras año, sintiendo la alegría desbordante de
poder manifestar el arraigo y el orgullo de sentirse hijo del pueblo.
Aquí: en estos pueblos, en
estas inolvidables fiestas, los toreros actuantes no suelen ser de mucho
cartel, el festejo taurino casi siempre consiste en novilladas sin picadores, en todas sus expresiones, encierros, desencierro,
capeas, festivales, novilladas, rejoneo, vaquillas por las calles y alguna
buena corrida de cartel - los municipios más ricos-, plazas de pequeño aforo,
algunas improvisadas, plaza Mayor o Ayuntamiento,- aunque muchos, ya tienen su
plaza de toros construida-.
Novilleros llenos de
ilusión; cuyos matadores sueñan ya con las quiméricas singladuras de la gloria
y del dinero; pero todavía se hallan ante la terrible realidad de esos primeros
pasos de la incertidumbre ante la dificil y zozobrante profesión. El pueblo en
fiestas, es el duro aprendizaje para estos jóvenes. En sus faenas habrá de todo; bueno y malo, pases escalofriantes,
desarmes espectaculares, revolcones, desplantes temerarios, ovaciones y
sustos... Los espectadores rebosantes de júbilo, piden valor y ganas de
lucha, los de abajo salen a darlo todo. Y lo hacen, sabiendo que uno de los
grandes problemas en todas las profesiones, y la taurina lo es; es, la de estar
preparado, con el fin de aprovechar toda aquella oportunidad que se presente,
y, es en estos pueblos donde uno va
cobrando experiencia, donde se van curtiendo los novilleros, y al mismo tiempo
se va aceptando una responsabilidad libremente contraída, al igual que se van
juzgando de manera más o menos justa los progresos alcanzados. Todos sabemos, que cada vez es más
difícil que un nuevo nombre se asome a los ruedos sin la ayuda de un “Padrino”.
El tema es doloroso, cuando se trata de una profesión que exige una base de
juventud, de ilusión y de esperanza. Y para empezar, nada mejor que este
sentimiento armonizado del pueblo en fiestas.
No
obstante, y como habrán podido comprobar, nuestra provincia en estos meses -“a pleno sol”- no ha faltado pueblo en fiestas, y donde todos
aquellos que nacieron y se criaron por estos pagos, vuelven a disfrutar. Lo popular, se extiende de pueblo en
pueblo, bailes, músicas, jaranas, competiciones, deportivas, comida y bebida
abundante, son el ajetreo de los alcaldes provinciales que con sus esfuerzos,
siguen manteniendo ahora lo que sus antepasados en constante tradición fueron
capaces de mantener con la ilusión por bandera. Es, esa relación atávica
del hombre, con su tierra, su patrono, su fiesta, su tradición y su sangre… Yo
espero… que si ustedes participarán- o quizá lo hayan hecho- del jolgorio, la
alegría, la disposición, la hospitalidad y el corazón que le ponen estas nobles
gentes a sus fiestas, a buen seguro que nadie impedirá la enorme felicidad que
le supone este hecho.. Es necesario, ver que ahora en muchos rincones de esta (España
dolorida, amargada y vapuleada), con que frenesí, lo disfrutan muchísimos
extranjeros que se entremezclan con los nativos… y se entregan a disfrutar y
saborear nuestro humilde festín… con menos prejuicios que nosotros mismos.
¡-Suelto
que vi en un diario, no recuerdo de qué punto:
“Fiesta
que al Santo difunto dedica este vecindario.
Función
con varios cantores en la iglesia de la villa; músicas, una vaquilla, cohetes y
voladores.
En
el día subsiguiente habrá novillos de balde; seis de puntas y el alcalde, si da
alguna buenamente.
Podrán
hacer de toreros los habitantes honrados; los novillos enseñados son para los
forasteros..!
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