Thursday, December 09, 2010

PASADOS DE FAENA

Se cuenta, que él Guerra – magistral torero de su tiempo -, había realizado una faena sensacional, y como se disponía a montar la espada, un gracioso le grito ¡Gandul! ¡Sigue toreando! Sonrío el Califa cordobés, y le dio unos cuantos pases más; pero de pronto el toro, sin saber porqué, empezó a huir, y le costo un suplicio quitárselo de en medio a tan excelente lidiador. Rafael se dirigió al espectador del bocinazo, para decirle “¡Eh amigo!” Pá... otra vez no te se olvide que los toros se matan en su sarsa”.-
Es un vicio pernicioso, el alargar las faenas, unas veces por tozudez en seguir dando pases, cuando el toro esta moribundo, otras porque se te consume la feria sin haber logrado el éxito esperado y otras aunque la faena halla sido meritoria, el toro colaborador y el conjunto brillante, hay toreros (casi todos) que, se empeñan en prolongar las faenas y se exceden más allá del tiempo concedido para expresar y alcanzar los objetivos. Diez minutos es ese espacio de tiempo suficiente para desarrollar en la faena de muleta una actuación cumbre, y no son pocos los que en ese periodo de tiempo incluso, con algún minuto menos, los que han sido capaces de levantar un monumento al toreo.
Un torero que se precie de serlo, ha de mantener un equilibrio interior y exterior y tener en cuenta esos dos tiempos fundamentales que son el verdadero y el psicológico y debe producir con su gesto, en ese ultimo tercio, que la emoción del publico llegue a su máxima expresión y en esos momentos de frenesí, es cuando su sentido interno le advierte que debe acabar su obra. Ninguna emoción puede durar excesivamente, porque puede producirse el efecto contrario al deseado. Condenable es, que un torero limite su faena a un plazo ínfimo y “despache” al toro con insólita brevedad. Pero también resulta tedioso y pesado el prolongarlo; además de peligroso. Se debe crear arte si; pero este unido a la eficacia. Pero resulta que esta cuestión a día de hoy, es pura utopía que se produzca, y bien podemos ver y leer en todas las reseñas, que los avisos se producen con tal profusión, que ya han llegado (como tantas otras cosas en las tardes de toros) a carecer de validez y de importancia. Claro esta; hasta que llega el tercero.-

Fermín González- comentarista onda cero radio- Salamanca-

Thursday, December 02, 2010

TOREO INOLVIDABLE

EL TOREO INOLVIDABLE
Dentro de la caudalosa vida taurina: parece ser que, después de establecerse la época de oro con Joselito y Belmonte, el toreo según (magníficos oradores), comienza a ser moderno cuando aparecen en escena los Bienvenida, Ordoñez, Aparició etcétera. Y sinceramente, no acierto a comprender (establecidas las distancias en uno y otro orden) como tendríamos que situar el toreo de hoy. Donde en contadas ocasiones, y contados coletudos, el resto, es decir, la gran mayoría del escalafón; se aplican y se apoyan más en ese toreo sucedáneo, mentiroso y ventajista que, cansados estamos de presenciar en nuestras plazas. ¿Será supermoderno, será “guay?” – Cualquiera sabe -.
Si recapitulamos sobre la trilogía – parar, templar y mandar -.. Por el temple, se manda; por el mando, es posible no moverse. Si somos capaces de observar esto una tarde (aparte del milagro) veremos como surge sencilla y fluidamente el quehacer del torero, que realiza un torero en perfecta concordancia, con la característica esencial de tener delante a un toro bravo – claro esta -. Luego eso – y nada más que eso, es lo único que se puede llamar toreo, que se nos revela desde aquella época de oro, o si se quiere desde esa otra más “moderna” o cercana. No voy a caer en la tentación de entrar en disquisiciones o comparaciones, pues en la historia del toreo, han existido toreros de toda índole y condiciones. Pero, también es bien cierto, que estamos en una época donde la mediocridad y el adocenamiento masivo, es tarjeta habitual de presentación
Hay unas normas toreras, que por el contrario – no son planchas de grabar el mismo dibujo –, sino brújulas orientadoras de muchos caminos, de muchas líneas – unidas en la variedad – por donde el toreo debe discurrir. El toreo es sencillamente toreo, a secas. Ante el toro en edad, trapío y los otros atributos del toro de lidia. Ellos los toros, son los que ponen y quitan etiquetas. ¡Donde estarán!
Fermín González- comentarista onda cero radio- Salamanca.