Sunday, October 30, 2011

CUESTION DE RESPETO

Son multitud de ocasiones: En las cuales podemos ver y oír tanto en tertulias, programas de radio, prensa y TV. Que, se emplea una palabra, que todos exigimos, aferrándonos a ella, y sin perder ocasión alguna para reclamarla, con el firme deseo, y en demanda de que se nos tenga en cuenta; me refiero al respeto.

Es una palabra que, en el contexto de los toros y también como vemos en la vida cotidiana, de tanto repetirla y exigirla, parece ser un valor en baja. Muchos toreros le han perdido el respeto al publico, lo cual no empecé que reclamen para si mismos todo el respeto del mundo. Esto, ha contagiado a los públicos, y ya son multitud los que se aplican la tópica y típica coletilla, que dice: “Cuando un torero esta toreando, se merece el máximo respeto, y no se le debe protestar”. Quieren decir (estas bondadosas, nobles y educadas gentes). Que, mientras el torero, puede estar realizando el toreo más mostrenco, que se pueda concebir, toreando de aquella manera – o sea mal – lo que se dice, pegando el "petardo", hemos de ser respetuosos y estar como en misa y, cuando arrastren al toro, entonces que protesten cuanto les venga en gana.- Lo bueno de todo esto, es que, hay quien cree, incluso, que esto esta regulado en el vigente reglamento taurino. Y si alguien alza la voz en legítima protesta, por el destoreo que se produce en el ruedo, como poco, será mirado con desprecio, y corregido despectivamente. (¡“ Cuando lo arrastren, grite usted cuanto le venga en gana”!...), le recriminaran.

En los toros, no es solo el torero quien exige respeto, y sin embargo nadie parece darse cuenta de que, el tan pronunciado vocablo, “No se exige, hay que ganarselo”, hay además, una corte de humanos que también reivindican más de lo mismo, apoderados, empresarios, presidentes, delegados y otros muchos… Pero al llamado "irónicamente" respetable, al público asistente y pagano, apenas si se le respeta, sin embargo si le atropellan con innumerables situaciones fraudulentas, que se producen desde que, entra en la plaza.-¡ Merecen todos los respetos, todos aquellos que lo reclaman,-¡ nadie lo pone en duda!... Pero hemos de tener en cuenta que otros muchos lo piden a “grito pelao” y nadie les hace caso. Y es que, en cuestión de respetos, en las corridas de toros, no es precisamente el artículo 14 de la Constitución Española. ¿Quieren comprobarlo?, vayan ustedes a la plaza... vayan….

Fermín González – comentarista onda cero radio- Salamanca-

Tuesday, October 18, 2011

UN TRAGO AMARGO

¡Una retirada a tiempo es una victoria!... Una máxima que casi todos los toreros (se admiten excepciones) no comulgan con tan conocido y renombrado dicho popular.
Dicen los toreros, que nunca se retiran. Son muchos los que manifiestan, que han nacido y morirán toreros. Y, puedo decir, que me parece de lo más respetable, que viva en ellos esa sensación, y ese sentimiento amoroso por la profesión. Sin embargo, expongo que;-“ una de las mayores grandezas del torero es, saber elegir el momento de su despedida de los públicos y plazas, en las que durante años pudo ser, o fue, el héroe que consiguió vencer al toro y convencer al publico-“.
Es, posiblemente uno de los momentos emocionantes en la historia del toreo que corrobora lo dicho “la despedida”.Y, saber hacerlo en ese punto crucial de la carrera de un torero, no es empresa fácil tomar tal decisión. Tan solo el propio torero debe buscar ese punto de equilibrio entre el público y el toro, y, encontrar el momento que ha de atravesar por ese alambre milagroso sobre los dos abismos.
Como digo al principio, (el torero no se retira nunca), y un día cualquiera, volverá-. Volverá y dirá: ¡tan solo fue un descanso! ¡La necesidad de un poco de reposo! Es el razonamiento que, no pocas veces se argumenta para su reaparición. A, esas segundas partes, que, en ocasiones fueron buenas. Y, en otras muchas, fracaso.- Torero que se resiste a una retirada total de los ruedos, al aplauso, a la emoción, a colgar su terno grana y oro para siempre, a decir adiós, a lo que más quiso y amo en su vida, aunque la misma, esta llena de zozobras, injusticias, responsabilidad e incertidumbre. (¡Si volviera a nacer, seria otra vez torero!).Pero cuando vuelve de nuevo, ya no es lo mismo, los públicos de los toros perdonan muy poco, y comienzan las especulaciones, - ya no es el que era - a que vuelve ahora este, con el dineral que gano - , vuelve por dinero - , se le diluyo el valor - , quien te ha visto y quien te ve - etc, etc,
Los negros nubarrones de cualquier tarde, pueden caer sobre el reaparecido entonces los que antaño le aplaudieron con frenesí, comienzan a caer en sentimentalismos, las decepciones sustituyen a las esperanzas y comienzan a sonar silbidos, luego indiferencia, y, en el toro siguiente recriminaciones, insultos, amenazas y gritos de la plebe injusta y cruel.
Vives un momento, horas, días, meses, años quizá. Cuanto más te resistes a interrumpir tu acción con mayor estruendo acabas. El aplauso es como el perfume de la flor; dura menos que la flor misma. Las despedidas, si no son la apoteosis del adiós de un torero. ¿Que son?... (Guerrita fue un sabio, Guerrita no se despidió).

Fermín González comentarista onda cero radio- Salamanca—