Wednesday, June 18, 2014

PAGINAS DE ORO- DOMINGO ORTEGA

PAGINAS DE ORO
DOMINGO ORTEGA
En los tiempos de D. Pedro Balaña (padre), ocurrió que un novillerete  desconocido que imploraba debutar en Barcelona; Balaña accedió a anunciarlo; el novillerete alcanzo un triunfo clamoroso, cuando el empresario le ofreció repetir el domingo siguiente, el novillerete exigió dinero fuerte y en mano pues ya no era un desconocido, era  ¡Domingo Ortega!. El episodio lo contaba hace muchos años Balaña (hijo).
Fue, la primera “hazaña” de quien a la postre seria uno de los personajes importantes de la tauromaquia. Uno de esos padres necesarios para pasar la transición de una Fiesta taurina donde la historia y la leyenda tenían acento propio:-¡Como la tiene evocar sus recuerdos, dando una pincelada a la vida y a la personalidad de este que por derecho tiene una página en la tauromaquia.
Un hombre, un torero que, frecuentaba la librería Berdequé, que tomaba el aperitivo en El Abra, que cada tarde visitaba el Casino de Madrid y, que tenía a bien sentarse en tertulia en el Circulo de las Bellas Artes.-¡ Que un torero se diera cita en aquellos locales del Madrid creciente, es indicativo de la categoría personal del (mal-llamado “Paleto de Borox”) por donde se movía, atraído siempre (como ocurrió con Belmonte), por la cultura y por aquellos que se prodigaban en darla a conocer entre los que se encontraba su gran amigo Díaz Cañabate autor precisamente de la –fabula de Domingo Ortega-, un libro sobre la vida,  avatares y el ambiente taurino de su amigo el torero, que también gozo de otras buenas amistades como: Pérez de Ayala, Julio Camba, Miguel Ruiz etcétera. Fue Ortega muy conferenciante, hablaba mucho del mundo de los toros, y decía que “España era eminentemente taurina; y que en el fondo, todos los españoles hubieran querido ser toreros.- (si lo escucharan hoy)…
Su finca de Navalcaide y su obsesión por el agua fueron una constante en su vida, al nacer en campos polvorientos con los primeros dineros del toro, la impulso del Tajo a Borox. Dos hermanos Lucas y Pablo, y un padre de la burguesía pueblerina tenían tierras en arriendo. Ortega  sabía exactamente los Km que había de Borox a Madrid, los hizo a pie  más de una vez y recordaba  la primera llegada a la capital, fue detrás de un burro cargado de cebollas, arreando estopa, no podía subir en el animal porque traía 120 k, de carga.
“Su servicio al Rey”, lo hace en Mérida- con recomendación se hace cabo y obtiene permisos frecuentes, viaja a Madrid y deambula entre los “maletas” y banderilleros que buscan oportunidad, y se tiro de espontaneo en Almorox plaza de carros, despliega la muleta y mata al toro – le sacan en hombros-, veinte duros y novillada al día siguiente ¡y cobro nada menos que sesenta!, se anunció como Domingo López “Niño Orteguilla”, en Cenicientos salió por pies con la ayuda de Salvador García paisano, quien fue su primer valedor, hasta muchos años después rueda por pueblos sin mucha suerte y llega a Madrid con novillos  de Covaleda - Pérez Soto, Maera y Ortega, - nuevo en esta plaza-, tampoco es Madrid donde tiene suerte. Si en Barcelona (tal como se recoge al inicio de este repaso), donde se produce la trasformación.
Regresa a Borox, y se queda mirando la finca por la que pasaba tres años antes en alpargatas, -… Era de Veragua y tenía agua-…
El primer año de alternativa noventa corridas le avalan y acaba la aventura pintoresca de su vida.-“La aventura del labrador toledano con alpargatas blancas y gorra visera”. Empieza la popularidad, acaba la biografia dramática del torero, y como casi todos se convierten en estadística. Comienza a decirse aquello de “Domingo Ortega, el torero de la armonía¡Si no sale aqué tanto castaño!... Pero salió, como le sale  el toro a todos los toreros, solo que ese día tienes que estar-…
Conoce a Manolete, en el 39, Puerto de Santa María, van a torear una de Pablo Romero, el cordobés, ya había visto torear a Ortega, y este dice que Manolete, tenía excelsas condiciones, que fue perdiendo en virtud de las circunstancias; los amigos aduladores le llevaron por otro derrotero del debía ir. Al día siguiente de morir Manolete, toreaba  Ortega en Linares, se enteró cuando en Manzanares se cruzaron en Despeñaperros con el coche de Gitanillo de Triana que venía camino de Madrid a por el doctor Jiménez Guinea, Ortega y Cañavate llegaron a las dos de la madrugada, al hospital de Linares.-Manolete conoce de inmediato a Ortega ¡… Maestro…! Domingo le toco la frente: Este hombre está muerto… Hacia las cinco Manolete reacciono un poco salimos a dormir en el parador de Úbeda- y al llegar nos avisaron… Manolete ha muerto. Se suspendió la corrida; luego Ortega sustituyo al finado en varias plazas.
Trato Ortega con los intelectuales del momento, con Cañavate amigo leal inseparable, con Zuloaga, Eugenio de O´rs, Marañón, Ortega y Gasset.
Le dolió, y mucho la trágica muerte de Salvador García su antiguo preceptor, ocurrió encerrando una corrida de toros, un astado salto y le dio un golpe terrible en la cabeza, lo dejo muerto.
En 1935, se hace ganadero- divisa de Parlade-  de Ernesto Blanco, le mataron 400 vacas en la guerra “incivil” y se salvaron treinta que estaban en Salamanca, luego en el 1939 se rehace la ganadería.
Escribir es muy difícil decía: En las cuartillas salen los pensamientos distintos. ¡Desde que están en el cerebro hasta que llegan a la pluma se enfrían, se dispersan!
Siempre vivió con su mente en el toro. Entre una razón científica y una teoría, Domingo hace vida de sociedad, toreo innumerables festivales; hizo una película “tarde de toros” y decía que el traje de torero no es para hacerse fotografías, si no para torear -lo mismo que hoy-, por cierto que nunca vistió de verde, había nacido el (25-2-1906) y nos dejó el (8-5- 1988), se retiró definitivamente en 1954 en Zaragoza, sus restos reposan donde nació, en su pueblo de Borox.
Estas como digo, son unas pequeñas pinceladas de uno de los grades padres de la tauromaquia que: Los que hablamos y escribimos de ella estamos obligados a recordar. –“Vamos digo yo”-.



                        Fermín González- comentarista.-