Tuesday, March 30, 2010

MANIFIESTO- DE PITON A RABO

Siempre que la fiesta de los toros, pasó por un bache, crisis de valores y estados de complicidad mercantilista, y conformismo de masas, han sido los momentos oportunos que han encontrado los “abolicionistas” de la fiesta para emprender una nueva cruzada. Encontrando razones y huecos, que dejaban prácticamente libre el camino a los valedores de la abolición.- Aunque siempre existieron- como bien sabemos todos- ligas, grupos, asociaciones y defensores animalistas, voceros y escribidores que se manifestaban contra lo que siempre han creído; que este era un bárbaro espectáculo, de maltrato y cacería animal, llena de sangre y horror-. Siempre fue, y seguirá siendo muy difícil,- imposible diría yo- convencer a un obtuso, fanático, y de peligrosa tozudez enemigo de la fiesta taurina, con argumentos y razones, que ya han estado expuestas en infinidad de foros, prensa, radios, parlamentos, libros de texto, así como exposiciones de pintura, en la poesía, en la escultura, en las piedras y escudos, que desde el románico se ven representadas en nuestros monumentos. Podíamos añadir un sinfín más de razones claras y precisas del significado de la tauromaquia en nuestro pueblo.- Pero será igual-. Siempre, que me tropezado con un acérrimo enemigo, he tratado de comprenderle, en sus mensajes, incluso me parece bien que tal espectáculo no le guste, pero que no elimine del mismo, su verdad, su historia, su cultura sus personajes y la libertad del hombre para dar rienda suelta a su sentimientos, su afición y su personalidad, además de sus dineros claro... ¡Pues no señor!.. se atrincheran, creyendo que la fiesta es un puro ejercicio de maldad, irracional y odio atávico contra los animales- y de nada han servido las razones expuestas, por quien entiende el rito, la tradición, las costumbres, y la dedicación que ha cultivado a una gran estirpe, de la cultura. Nómbrales a estos, (“fariseos”, que no tienen empacho en rebañar hasta la “medula” un pierna de cordero, degustar hasta “lagrimear” un plato de Jamón ibérico, y apretar con “saña”, las tenazas para extraer la riquísima carne y el sabor a mar del crustáceo-“) como vive un toro de lidia, como es su trato, su mimo, su alimentación y cuantos cuidados recibe, respecto de otros donde su único movimiento se reduce a bajar la cabeza y comer, hasta empacharlo y después morir- torturado- de aquella manera- u otros, a los que una refinada manera de crueldad los hace vivir y morir para ser aún más rentables, dentro de un mercantilismo ruin y engañoso. No se trata a estas alturas de demostrar nada, con estos ejemplos de sacrificado, de placares gastronomitos, de jaulas zoológicas, etc, está bien claro que no ha servido de nada a través de los siglos. Por lo tanto siempre he dicho que a tales, individuos no se les debe dar cancha, ni publicidad, ni ocuparse de ellos, que se les debe simplemente ignorar, y aplicarles el refrán… No hay mejor… Nuestra defensa, es velar por la fiesta, que no la desbarranque aquellos que la manipulan, la vapulean, engañan a los aficionados –menos- y a los públicos feriales, la adulteran, la privan de su autenticidad, de su verdad, de su miedo, la mercantilizan, y se tragan los sapos, que otros escupen, podíamos seguir y seguir- ¿para que?. Independientemente de este suceso seudopolitico-taurino- catalán, que tiene su explicación en los últimos treinta años. El principal Caballo de Troya, no lo duden esta dentro de la Fiesta misma. Una Fiesta a la que uno critica, porque la quiere, porque siempre creyó en un romanticismo de la misma, que ya, se ha apagado, porque incluso creía que era inmortal. Porque en estos momentos tan delirantes de la misma. Yo sigo…

Fermín González comentarista onda cero radio Salamanca

Monday, March 29, 2010

CONOCIMIENTO CRÍTICO

Ser critico, de cualquier materia o especialidad, es tarea ingrata para todo aquel que ejerza como tal; y, puede serlo más aun cuando se trata de temas taurinos. Es de recibo que, un crítico que se precie, ha de tener aptitudes, experiencias, conceptos, vivencias, cultura y preparación histórica etcétera. Como cualidades indispensables para optar a relatar hechos, fundamentar opinión y argumentar situaciones. Pero ha de tener a gala, cualidades por las que se le va a descubrir siempre, objetividad, imparcialidad, ser consecuente y honesto. Porqué; suele ocurrir con mucha frecuencia, que la actitud de muchos comentaristas que ejercen la critica y reseñas de lo acontecido en las corridas de toros y su entorno, que no reflejan objetivamente los hechos, incluso, (los que se manifiestan con rotunda claridad, que no dan lugar a equívocos), puesto que entre otras cosas se ven condicionados por los medios a los que representan y otras causas de “amiguismo”, la amistad mal entendida, o intereses mercantilistas y de favor. Esto hace que salvo los medios que pueden pagarse el lujo de la independencia, muchos otros están sometidos a moverse bajo el influjo de la demagogia y medias verdades, a falta de una información seria, veraz y rigurosa.
Una información, que no ensalce desproporcionadamente los éxitos, ni disimule los fracasos, no se trata tampoco que el crítico caiga en un denigramiento sistemático, con lo cual la fiesta seria la víctima. Se puede y se esta en derecho de exigir de la critica, que mantenga sus formas vivas, que conserve su entusiasmo, que asuma su misión y de con precisión los elementos útiles para una apreciación lo más exacta posible; que evite perderse entre tópicos, y el confusionismo más estrafalario, lo cual no es edificante para la formación del aficionado. Afición a la que se debe llegar reforzando su interes con los argumentos del comentarista o critico libre y reflexivo, que demuestre a su vez una buena dosis de prudencia, afición y conocimiento. No es licito, imputar al ganado la flojedad del torero, aunque sea eventual, no matizar cuando una faena se eleva por encima de lo normal, o no sale de la mediocridad, justificar al matador sin suerte con la espada, que ha fallado porque su valor se ha derrumbado a la hora de la verdad etcétera, etcétera. Todo ello da la pobre impresión, de no discernir entre una tarde de toros y la vulgaridad más cómica.-


Fermín González- comentarista onda cero radio- Salamanca-

Monday, March 22, 2010

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NUEVAS AFICIONES

Indudablemente, estamos ante una crisis de aficionados: Las nuevas generaciones, no han aplicado su interés a la fiesta de los toros, y aquellos que se acercaron a esta, no la juzgaron como una técnica y un arte, sino, que acudieron a ella como un espectáculo más. Según han ido desapareciendo los viejos aficionados, a estos, no les han sustituido otros que siguieran sus huellas, en cuanto al rigor, la seriedad y exigencia de las inmutables reglas que desde Pedro Romero acá, han regido y deben regir en el arte de lidiar toros bravos. Predomina hoy en el toreo, la plástica, la estética, la presencia, el quietismo etcétera, desdeñándose y menospreciándose valores que siempre han tenido capital importancia y trascendencia. Y en esto han influido varios factores, entre ellos, la casta y fuerza del toro, la crisis de una critica exigente, y, el aficionado antes señalado.
Bien están, y bienvenidas sean las innovaciones, las aportaciones que un torero genial imponga – tal como siempre ocurrió -, pero que estas innovaciones, no tergiversen reglas que por básicas son inalterables. Para desgracia de la Fiesta, esto no ha sido así. El torero genial surgido estos últimos tiempos, trajo consigo un toreo, que si, perfecto en cuanto a plástica y estética, esta lleno de defectos. Toreros, que pasaron a formar escuela, y echaron por tierra esos principios básicos, que solo una crítica serena, consecuente y unánime junto a una afición consistente pudo evitar. Ya el mal esta hecho, ya es muy difícil su extirpación, los públicos más optimistas, esperan la regeneración de un torero futuro que volverá con la pujanza de su arte, y sin trampas, a poner las cosas en su sitio. Pero participar de tan candorosos optimismos, conceptuando enormemente arduo volver al camino difícil, cuando se tiene el fácil. Esa regeneración – romántica si se quiere -, no puede llegar por impulsos de un torero, sino, por exigencias de críticos y aficionados, y por lo que se vislumbra en uno y otro campo no llegara la reacción salvadora. Sin apelar a la nostalgia, hoy las plazas se resienten de aquel aficionado, entendido, competente, con gran conocimiento, que juzgaba las faenas de cada diestro en su justo valor, sin que lo similar, el lance hecho y a favor, pudiera pasar por verónica cargando la suerte y toreando la res. Aficionados, de ole seco y rotundo, ante los del entusiasmo pueril y desorbitado del espectador de ahora, donde muchos van exclusivamente a divertirse. Los toros, es una fiesta, no un carnaval, los toros fueron siempre arte, emoción, vibración e incertidumbre. Se iba a presenciar lo bello que a veces encerraba lo trágico, nunca fue propiamente una diversión como ocurre en estos mometos.Con la merienda, el teléfono y demás piruetas.- Y así esta la cosa.-

Fermín González comentarista onda cero radio- Salmanca.-

Monday, March 15, 2010

SENSACIONALISMO PELIGROSO

Comenzó la temporada en serio. Pasadas las ferias invernizas, las ferias del Levante ponen el prologo a una temporada, donde el sobrante de toros en las fincas de bravo, ya quedo constancia en las dos temporadas anteriores, y a tenor de lo que se barrunta, este curso entrante no mejorará la situación. Los toreros, entre ese ir y venir desde las tierras americanas van cerrando las ferias, y estas primeras de Virgen Magdalena y tracas valencianas, (“que en otra época marcaban el tono vital de cómo se encontraban los toreros, y el estado de las ganaderías”).- Todo esto también ha cambiado mucho en el panorama taurino actual, y estas ferias, son sólo como para desentumecerse del prolongado invierno.
-Dicho esto; y cuando aparecen las primeras cornadas, quisiera reflexionar sobre el tratamiento informativo que se hace por los medios de comunicación sobre la Fiesta, (además con la que esta cayendo). Porque me temo mucho, ¡que si durante el debate “catalanista” ocurre alguno de esos graves percances de tintes sangrientos, de caras manchadas de rojo, y, de traje hecho jirones entre los pitones del animal!,- el caso será sonado, y todos los medios del “vomito” y la fanfarria sensacionalista ávida de sensaciones fuertes, que gustan de la truculencia, las cornadas y la visión de cuanta más sangre mejor, van a colocar los aspectos mas macabros y duros del evento sucedido-. Aparecerán sin duda, aquellos “reporterillos- correveidiles”, “gacetillas – tiralevitas”, que sin tener idea, obedecen a la causa morbosa con siniestros comentarios: Y esto, a estas alturas de la “corrida”, no le vendría nada bien a la fiesta, y por el contrario alimentaría, daría pábulo, a los hipócritas del antitaurinismo para abrir nueva brecha en la sociedad más sensible y dubitativa.
Sabemos de sobra que, esa actitud seudo- informativa, parece responder a un plan premeditado de descrédito, con el fin de crear una opinión de repulsa, sin argumentos serios y rigurosos de lo esencial de la Fiesta, que, no pronuncian nada en favor de su historia, de su cultura, de su economía amen, de la conservación de zonas ecológicas, que son el remanso y la despensa de muchos otros animales. Tenemos de sobra ejemplos de cómo estos medios se han prodigado- recordemos las escenas de José Tomas, Cayetano, Espla, Tendero, y las de algunos encierros por toda la Iberia taurina etcétera.- solo la sangre- y apenas ningún comentario relativo, a la faena, al valor, al arte, al toro, a la verdad o al riesgo, y sin embargo, muchas y repetidas escenas del percance. Pero como la cosa esta en manos de ignorantes y mediocres con absoluto desconocimiento, se colocan en posición de comentar, escribir y criticar sobre el rito sagrado y profundo de la muerte que lleva consigo una tarde de toros. Son muchos los “fariseos”, alguno de todos conocido, los que se asoman a las pantallas, colocan videos, entrevistan en el hospital, o buscan el llanto de la familia, con el fin de ser primicia, de un catastrofismo, vacío de contenido y explicación. Y además, insultan muy directamente a aquellos, que bajo el signo de su identidad, y su libertad acuden y disfrutan de los espectáculos taurinos, identificando a estos como seres violentos, inhumanos, incultos y vulgares, que solo quieren presenciar la crudeza, que se desarrolla ante el bárbaro espectáculo. Con esto no quiero decir, que no se tenga el pleno derecho democrático, libre y valedor de la comunicación. Tampoco, que sea parcial o castrado el espectáculo en su integridad. Pero el mismo ha de ser con conocimiento, con seriedad, con ilustración, con verdad, contrastando y argumentando lo acontecido, sin ambages y sin buscar los rincones más oscuros, con el fin de denigrar a los unos, y, a los otros.

Fermín González- Comentarista onda cero radio - Salamanca

Thursday, March 04, 2010

MONUMENTO A LA OREJA
En un principio, y sobre todo en provincias, los espectadores para recompensar la faena, con una estocada muy buena, reclamaban que el precio de la carne del toro muerto se añadiera a la cantidad, entonces poco elevada, que cobraba el torero. En consecuencia, y como contraseña, se le entregaba al interesado una oreja, que luego presentaba en el desolladero.
La costumbre revivió un día, pero a titulo meramente honorífico. La primera oreja cortada lo fue en Madrid por Vicente Pastor (2-10-1910); luego en Sevilla por Joselito él (30-9-1915). Esta distinción estaba, sin embargo, reservada a los éxitos mayores. Después se usó y se abuso de ella con un liberalismo creciente, y hubo que ingeniárselas para dividir los trofeos por orden de importancia; una oreja, dos orejas, el rabo... incluso en muchas plazas se llego a seccionar la pata del animal.
Los presidentes de la corrida, cargo ocupado en España, “casi” obligatoriamente por un delegado de la autoridad más o menos competente, se han dejado forzar la mano, él publico los ha seguido y se siente frustrado si no puede declarar a la salida de la plaza:
-¡ Ya lo creo que la corrida ha sido buena! ¡ Se han cortado cinco orejas y dos rabos!.
Hoy la puja continua, invadiendo el mercado. Porque la autoridad ha concedido precipitadamente un galardón al matador, se encuentra obligada a continuar subiendo si desea tener en cuenta a los demás. La corrida no gana con ello, ni en belleza, ni entusiasmo, y no despeja las dudas que él publico pudiera tener. La confusión es mayor, y debería ser la critica taurina la que emprenda esa labor de denuncia, con fuerza y constancia, implicandose seriamente y, tienda a reducir tanto corte de apéndices, tan de moda en esta época y, sobremanera aquellos que tan alto hablan en muchas ocasiones de las ventajas y seguridades de las que se rodean actualmente las figuras del toreo.¡solo así se podría ir poniendo un poco de freno, un poco mas de rigor y de exigencia a la hora de conceder los trofeos, para premiar faenas,- en no pocas ocasiones- de perfil bajo, a las cuales les acompaño un toro de empalagosa embestida. Si ustedes tienen en cuenta los datos, poco más de una docena de toreros han cortado más de mil orejas y cuarenta rabos… Deberíamos preguntarnos ¿Dónde está la afición? ¿Donde esta la critica? ¿Dónde la autoridad competente? Con esta reflexión, que cada cual examine su conciencia y ponga de su parte cuanto sea necesario, y algo se habrá hecho para no poner en solfa esta Fiesta y exigir del espectáculo lo que merece… ¡Sin pedir el rabo…claro!

Fermín González comentarista de onda cero radio – Salamanca-



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Tuesday, March 02, 2010

RASGOS DE RAFAEL
Dentro del caudal anecdótico que nos brinda la tauromaquia, no podíamos excluir de estas a Rafael (el Gallo). El singular torero, que algunas de las tardes de corrida, se portaba mejor que cualquier espada, otras como cualquier otro, pero en muchas ocasiones sorprendía al cónclave con cursos de sabrosa salida de tono y arbitrariedad. Tardes en las que, sin que el toro se moviera, el Gallo arrojaba los trastos y corría por el callejón (como si le hubiese ocurrido un quehacer urgente).
Un domingo en Madrid fue agredido, tuvo una de esas terribles tardes suyas en que acuchillaba los toros de cualquier manera, y ya, se había tirado de cabeza al callejón una docena de veces. El publico que había pagado altos precios por la corrida, se indigno fieramente y arrojo a Rafael de todo, y hasta terminaron aporreándole con los bastones. Inmediatamente los periódicos ávidos de sensaciones fuertes se apoderaron del tema. ¿Se le puede pegar a un torero que este desafortunado? ¿No se le puede pegar?... Las opiniones estaban divididas – incluso había quien opinaba que el bastonazo es libre en estos casos -. Para conocer la opinión del interesado, un reportero visito a Rafael que estaba dolorido por los agravios y los golpes.
Primeramente intento justificar su fracaso. No negó que el ganado era bueno, y se podían hacer filigranas con el.- Pero… con la sorna y el humor que siempre caracterizo al “Divino Calvo” dijo: -“El publico no estaba en condiciones para que yo pudiera lucirme…- El publico desde el comienzo de la corrida, iba por mi….- Con miedo al toro y con miedo al publico, (mis dos grandes enemigos), no había manera posible… - El publico debe animar al torero, y no afligirle…- Mas tarde, delante de la autoridad ante la que tuvo que compadecer... ¡Rafael!... ¿qué tiene que decir?. “Pues... que fue una mala tarde... el publico se puso... Vamos, que unos querían que torease, y otros que no... Y “aluego”... Ya ve usted que lío “sa formao”. Evidentemente, nada de esto, afortunadamente vemos hoy por esas plazas de la Iberia taurina, es más ni tan siquiera se le abronca a los toreros. Lo cierto es que una total indiferencia, y una insustancial abulia, es toda recriminación incluso, se le perdona que la figura de turno, no haya tenido “su tarde”, y haya estado ausente, de la lidia, y haya dado muerte a sus toros de aquella manera, o sea mal. Pero el publico que hoy asiste a los toros, es de una dulzura, de una cursilería, y de una bobalicona sensiblería… que; bien sabe el torero, cuando esta “pegando el petardo”, que apenas unos cuantos “chalados mal –educados” se atreven a silbar y negar su actuación. Para el resto, para el público ferial. Un disgusto- “Porque no puede aplaudir”- será `posible….

Fermín González- comentarista- onda cero radio- Salamanca_