Monday, April 28, 2008

EL ESPORTON

ILUSIONES

Papá quiero ser torero: -¡Vamos hijo, no sabes lo que dices -¡ Le contesta su progenitor, el chico insiste en que quiere intentarlo, y buscara la complicidad de sus hermanos/as, tío o padrino, con el fin de vencer la primera negativa del cabeza de familia, enterado de cuantas adversidades supone ser torero.-Pero entre unos y otros, acaban minando su firme voluntad-, y, este termina firmando los permisos paternos, e ingresara en la Escuela Taurina. Comenzando así ilusionadamente los primeros escarceos en esa zozobrante y casi “imposible” carrera del arte de torear.
El joven alumno, contacta con los trebejos, los toca, siente emoción, mira a los demás aspirantes. Alguno más veterano, ya debuto con la vaca o becerro, estos bromean con él, y le contaran de sus nervios ante la vaquilla en su primer tentadero, también le aconsejaran, cada uno a su manera, para que el bisoño aprendiz no defraude a sus mentores, familiares y amigos. Llegara un día a su casa alborozado y nervioso, relatando sus progresos en la escuela. “(Papá, Mamá hoy he toreado con la muleta, él director me dice – así, así, vas bien chaval-)” y duerme soñando con que llegue otro día para que se fijen en él, aunque sea para corregirle. Ha comenzado una ilusión, una trayectoria, una carrera ardua, exigente, disciplinada y espinosa llena de avatares y sobresaltos.¡Pero él dijo, que quería ser torero!.Ya, comienza el mozo a sentirse así -. Ya ha debutado en el campo -. Ya tiene traje campero -. Y, de luces -. Y, capote, muleta, espada y descabello -. Ya le aplaudieron en la tienta -. Y, le han dicho, bien torero -. Tanto es así que, por las ferias, en su pueblo matara un becerro -. A partir de ahora se sentirá más torero -. Tendrá en un Mesón su peña que enmarcara sus fotos -. Su cinta de vídeo, grabara su recuerdo primero -. Continuara su carrera y, matara más becerros – “(LO VES PAPÁ, YA ME CONOCEN, SOY TORERO)”.
Pero, suele ocurrir, una tremenda y oscura realidad. Una realidad amarga y cruel a la cual debe enfrentarse, entre los deseos de gloria, y la carrera que no pudo terminar. Es muy doloroso ver la cara de un chico joven que aporto toda su ilusión, animo en un sueño de implacable brevedad. Aun así gracias “chaval” por haberlo intentado, por haber demostrado la primera prueba de valor, él dirigirte a tu padre y decirle. ¡Quiero ser torero!.-
Fermín González

Thursday, April 10, 2008

EL ESPORTON
CRITÍCA EN CRISIS
No podemos ocultar a nadie, que la critica pasa actualmente por un mal momento, y bien podemos decir, que el peor enemigo de la critica, es la critica misma mal realizada. Hubo épocas, en que la critica contaba con la posibilidad de sacar a la luz lo escondido, combatir, el amiguismo y la doble moral, o desenmascarar con más o menos acierto posiciones fraudulentas, sin que por ello se transgredieran los valores personales, culturales y éticos, de quien ejercía como tal.
Sin salir de los limites taurinos, él critico en esta materia disfrutaba escribiendo, y, se le notaba, tenia a gala, amar a la Fiesta y a su profesión, se distinguía por buscar y llegar a veces con mucha dificultad a la verdad, y, a la objetividad, no pocas veces esquiva o cuestionable, diciendo aquello, que muchos otros no querían que se dijese. El espectáculo, que hoy ofrece la critica y el comentario taurino, no es precisamente atractivo y estimulante. No, hay escasez de críticos y comentaristas. Hay muchos y escriben mucho y frecuentemente, por qué este arte excitante trae el deseo de informar a todo el mundo. Ocurre, sin embargo, que muchos de estos escribidores, se pierden en una jerga y verborrea insulsa, llena de contradicciones, cuando no, en unos desacertados ensayos, que no dan que pensar; y, que al aficionado principiante, o bien al riguroso tales escribidores apenas le dicen nada y, además le explican menos. Una notable falta de imaginación, junto a una desproporcionada vanidad, son las piedras de toque, que mediatizan las paginas volanderas de los periódicos; donde lo hábil, lo dúctil, lo insinuante, lo revolucionario etcétera, son de otra época. Ahora prima el “chisme”, la irreverencia, lo invisible, lo confuso y la mediocridad.
No se pide, de la critica, que caiga en un denigramiento sistemático, donde el propio espectáculo, termina por ser la víctima, ni que se haga alarde de un sectarismo desplazado de cualquiera de sus personajes. Se trata de saber desprender del espectáculo, una impresión dominante, pues, aquello que se trasmite con conocimiento por medio de la palabra, crea un estado de opinión.-

Fermín González.-

Thursday, April 03, 2008

EL ESPORTON
CITAR
-Cargar la suerte, es quebrar el viaje del toro en su embestida: Es ese juego de gravitación del cuerpo sobre una pierna que consigue alargar el pase, le dará hondura y quedara colocado el burel en el lugar conveniente, para solo con un giro de pies, realizar el nuevo cite sin rectificación de terrenos.
En el toreo de perfil que hoy se practica, hurtando el cuerpo al riesgo de los pitones, ciertamente que no se precisa cargar la suerte. el lance esta privado de uno o dos de sus tiempos, y la figura del matador fuera de peligro desde que el toro acude al cite, tanto más escaso el riesgo, cuanto menos distancia exista entre toro y torero, ya que, situado este junto a la pala de los pitones, al acercarse se mueve paralelamente a ellos aproximándose a las orejas, y el toro hasta ahora, no hiere con ellas. El pase en que así se citó, podrá ser una monería, pero francamente, ni es pase, ni es nada.
Cuando se torea de verdad, las cosas suceden de muy distinta manera, se puede citar de frente o con el cuerpo terciado, y el diestro se cruza con el toro, que es pisar el terreno de la verdad, y en su rectitud del terreno que trae como suyo quiebra o curva su viaje al cargar la suerte, siendo posible salir del lance. Esto implica riesgo, riesgo que excepcionalmente algunos asumen. son los toreros distintos, dotados de mando y temple. Parar no es simplemente estarse quieto a la hora de citar y buscar al realizarse el rabo del toro, mejorando terreno. Parar supone no rectificar el terreno en ninguno de de esos tres momentos – cite, conjunción y remate – que componen un lance completo. Es más aún: continuar la serie de pases ligados que integran una faena o parte de ella sin hacer concesión del propio terreno. Con el movimiento que realice el torero después del cite para cargar la suerte no atenta a su quietud, porque tal acto no supone rectificación de terreno con perdida del propio; antes bien, se gana el ajeno.
Si esto, es cuestión que, deberia ser bien conocida por la afición y la critica - cosa que empiezo a dudar – (no solamente de los primeros, sino que leyendo alguna reseñas, debo lamentar, la falta de conocimiento, de no pocos comentaristas). La verdad, es que no se comprende, como es olvidado y se aplauden, y se ensalzan el amaneramiento, la apariencia y otras falsas premisas.

Fermín González.-
EL ESPORTON
6 ELEGIDOS TOROS 6

Todavía pregonan algunos ganaderos antes de la corrida que desean “un toro de bandera, y los demás como quieran”. En estos momentos delirantes de la fiesta en donde el pañuelo naranja flamea por cualquier plaza, con el fin de perdonar la vida de algún bovino, ya sea eral o cuatreño, -que a día de hoy eso carece de importancia -. Son muchos los toros los que enarbolan la enseña ganadera. Y, para calificar a un toro de “bandera” se precisa que sea excepcional, fuera de toda comparación con los demás, es decir que tome tres varas con sin igual bravura y que esta sea ascendente en los demás tercios... La bravura se cifra y se mide en el tercio de varas – claro que esto no es de hoy -.
Llegados a este punto cabe preguntarse ¿Sabemos por ventura, qué es la bravura? Genio... Casta... Temperamento.... Codicia... Nervio... Estilo... Temple... ¿Quien me compra este lío? Porque resulta que, varios de estos conceptos que antes eran favorables para el juicio del toro, hoy son adversos. Para evitar lo apuntado, otros taurinos al amparo de los “salvadores” de la fiesta inventan palabras y ahora hay toros mirones, molestos, difíciles, renuentes, con clase, desclasados, amplios, con dulzura, con transmisión, con garantías, suaves y tontos. Siguiendo así, no es de extrañar que aparezcan por toriles toros taciturnos, megalómanos, expansivos y tranquilizadores etcétera... Lo mejor que podemos hacer, es reseñar en las crónicas que los toros, no fueron ni bravos, ni mansos, sino todo lo contrario. O por el contrario, describirlos con esos adjetivos de nueva creación.

Se dice, que se torea mejor que nunca. -¡No es de extrañar con este tipo de toros!-. Pero se cuajan pocas faenas completas, y no digamos la lidia entera de un toro, según sus condiciones especiales. Aunque bien mirado las reses carecen ya de condiciones especiales, pues a base de cruzar, recruzar, vender, comprar, mezclar, cambiar etcétera se ha igualado tanto el animal, que cumplen en ocasiones con la “varita” y, casi todas se dejan torear.
Realmente el toro es hoy un producto tan escogido, tan superselecto, tan blandito y tan pastueño, que todos los homenajes nos parecen pocos y además esto continua en constante evolución, y, hoy gusta a los públicos lo que ayer se rechazaba y viceversa.

Fermín González.-