Thursday, July 28, 2016

EL TORO RURAL

AL HILO DE LAS TABLAS

EL TORO RURAL

Estamos, en esos meses de intenso ajetreo taurino, tanto de ferias y plazas más o menos importantes, así como en una gran multitud de pueblos, con fiestas y patronos populares a lo largo de toda la geografía taurina, y en especial por estas tierras de Castilla, en la que un elevado numero de festejos tradicionales, tienen como denominador común de su cultura; la fiesta del toro. Con celebraciones de corridas, novilladas, rejoneo y otros eventos taurinos, según los dineros aportados por los ayuntamientos. Son esos pueblos encantadores con sus ferias genuinas llenas de sabor y tipismo, donde se disfruta de unos días de alegría y alborozo, intermedio de tanta labor campesina. Por ello resulta enriquecedor saber que en los pueblos, la afición sigue viva, y al mismo tiempo esta, constituye la distracción y jolgorio, para disfrute de mozos, peñas y charangas, así como de sus visitantes que vuelven a sus raíces de nacimiento, recordando sus mocedades y engrandecer las fiestas de su pueblo, que no se concibe sin el festejo taurino, y donde la expectación de chicos y mayores, son el punto culminante, en el cual se dan cita los amigos, familiares y forasteros venidos a participar, encontrándose año tras año, sintiendo la alegría desbordante de poder manifestar el arraigo y el orgullo de sentirse hijo del pueblo.
         Poco importa que, a sus plazas no acudan las figuras más rutilantes del escalafón. Las buenas y tradicionales gentes del pueblo en fiestas se conforman con festejos menores, donde acuden novilleros llenos de ilusión, soñadores de esas primeras singladuras, de esos primeros pasos de incertidumbre ante la difícil y zozobrante profesión de ser torero. El pueblo es, y lo fue siempre, el duro aprendizaje para estos jóvenes, en sus faenas habrá de todo, bueno y malo, pases escalofriantes, desarmes, revolcones, desplantes temerarios, miedos y sustos, donde los espectadores llenos de jubilo piden valor y ganas. Este es, el sentimiento y bullicio, de un pueblo en fiestas.-

         Fermín González  Salamancartvaldia   (blog taurinerías)

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Tuesday, July 12, 2016

MUERTE DE UN TORERO

AL HILO DE LAS TABLAS

MUERTE DE UN TORERO
Termino de firmar, el link para que el “ciudadano” Vicente Belenguer Santos, según el ciudadano educado y al parecer “profesor”, cuyo vertido de bajezas  humanas por la muerte del torero Víctor Barrio, ejerciendo su profesión  en la plaza de Teruel,-  no reproduzco por vergüenza sus ruines comentarios-. Este ciudadano parece ser que ha celebrado a través de internet la muerte de Barrio, con una necrológica tan feroz inoportuna e impía, que creo que jamás ha sido escrita por nadie con dos dedos de cordura, otros de buena educación y los más elementales sentimientos de humanidad.
Todo el  mundo, vivo o muerto, no tiene porqué dejar de estar expuesto a la opinión de los demás… pero la buena crianza, la nobleza de sentimientos y algunas cosas más de este estilo, siempre han aconsejado sin ir más lejos, no poner de vuelta y media a quien lamentablemente acaba de abandonar esta vida. Ese momento lo aprovechan para despellejar, aquellos que movidos por torpes intenciones, bajos instintos, cobardía o no han tenido agallas para mirar a los ojos y decir cara a cara, el porqué de su críticas, sus discrepancias o sus razones. La medida de las buenas maneras no está reñida con la contundencia, y ese toque de buen estilo que dicta la educación… (Si se tiene, claro).
Lo que es absolutamente inadmisible, es el que antes aludido (profesor) arremete con sus salivazos, al recientemente fallecido, y por lo visto, con ello se ha colmado de tranquilidad porque con él desaparecido metía toda su familia  en el mismo saco, ya que puestos a pegar mordiscos póstumos a diestra y siniestra, no le ha debido merecer la pena seleccionar entre sus personajes. La cosa era vomitar y lo de menos la vomitona. Pero todavía le queda bilis en el cuerpo al ciudadano de marras. Toda su expresión huele a odio. A odio por las bravas; visceral y rabioso. Un odio que le hace perder la razón que pudiera haber en lo que dice, porque rebaja sus denuncias a un nivel tan abyecto, que le retrata con perfiles verdaderamente repulsivos.
Uno se imagina al mentado ciudadano- al parecer detectado en la comunidad valenciana-, clavándole alfileres a un muñeco antes de acostarse y yendo deprisa al puesto de periódicos a la mañana siguiente a ver si entre las noticias y en las esquelas está esa que espera ansioso, para lanzar, esa infame verborrea de crudeza enfermiza. Uno presume que, aunque no se esté de acuerdo, con determinadas aficiones o espectáculos le sean desagradables, incluso los deteste, que, esa no es la mejor manera de vivir en paz.
Quiero que sirvan estas líneas para mostrar mi contundente repulsa por las barbaridades vertidas, por la falta de respeto,  sensibilidad y sentimientos.  Por todo cuanto tiene de odioso e inadmisible. Por las formas enfermizas de expresarse. Por estar atiborrado de odio y resentimiento. Da verdadera pena, lastima inclusive, que un hombre que se dedica a instruir e impartir pedagogía, en una escuela, instituto etc., sea capaz de expresarse de esta formas tan desesperada y rastrera, de regocijarse con la muerte de un ser humano, criticable, si quiere en el ejercicio de esa profesión que usted detesta, pero una profesión libremente contraída, y ejercida con la dignidad y la hombría que le ha faltado a este ciudadano inmisericorde, del que espero, que sus hijos y su familia se lo reprochen algún día.

                               Fermín González Salamacartvaldia.es    (blog taurinerías)



Wednesday, July 06, 2016

HISTORIAS DE TOROS EN PAMPLONA

AL HILO DE LAS TABLAS
 TOROS CON HISTORIA –PAMPLONA-
Como cada año fiel a su cita; un chupinazo (cohete) lanzado desde el balcón del Ayuntamiento,



pamplonés, nos anuncia que un nuevo San Fermín va a comenzar. Son unas fiestas, que, a pesar de muchos, están identificadas en todo el mundo, teniendo como máximo exponente el encierro de los toros que se lidiaran por la tarde en la plaza. El encierro constituye para los aquí nacidos su santo y seña, su divisa el colorido de blanco y pañuelo rojo al cuello. Pamplona es una ciudad muy acogedora, muy hospitalaria, donde nadie se siente desplazado, son siete días donde la calle, es la casa común de todos, el comer, beber, danzar y correr los toros forman un todo, donde el aguante,  el pulso,  adrenalina y valor  son el tributo a pagar en esta ciudad de Pamplona, que tiene también con el toro su romance desde tiempos inmemoriales, donde desde entonces, su Ayuntamiento y sus gentes se identifican, servidor buceando, en la historia de la tauromaquia, encontró que:

No debía hallarse muy bien de fondos  la Ciudad de Pamplona en 1599, pues vemos que el 21 de julio de ese año se reunieron en sesión extraordinaria sus graves y sesudos regidores, para tomar en vista lo empeñada que se hallaba la Ciudad, este importantísimo acuerdo. "Primeramente, no haya de haber toros ni otro ningún género de fiestas en el discurso del año, porque en esto se ahorrarían muchos centenares de ducados porque ha habido año, que estas fiestas se han gastado pasados de 700 ducados". ; • Sin embargo, no duró mucho el económico acuerdo de los celosos ediles, pues al año siguiente, 1600, ya porque la Ciudad saliese de sus apuros pecuniarios, o porque a pesar de ellos no podían los pamplonicas prescindir de su fiesta favorita, ello es que el abanderado de San Fermín, encargado de la compra de toros y contrata de toreadores, hizo venir para las corridas de ferias a cuatro corredores de toros y un trompeta del Reino de Aragón. Se llamaban estos lidiadores, Diego de Armendáriz, Cristóbal de Oliveros, Diego de Latorre, Miguel de Colato v Gabriel Castellanos, y eran vecinos de las villas de Ambel, Torrella, Ta - razona, Los Fagos y Borja. De la actuación de estos diestros nada nos dicen los papeles de aquella época; lo único que por ellos hemos podido averiguar, es que los tres primeros sabían escribir, y no mal, y que entre todos cobraron la fabulosa suma de 754 reales.
 Los toreadores de aquel entonces, acostumbraban formar cuadrillas de danzantes, y además de correr los toros se comprometían a bailar el paloteado y danza de las espadas en las procesiones y otros actos públicos. Y así consta, como un día de mayo del año 1607, se presentó en el Ayuntamiento de Pamplona un vecino de la Ciudad de Tarazona, llamado Llorente de San Juan, y se ofreció a venir por fiestas de San Fermín al frente de una danza compuesta de ocho danzantes, un gaitero y un bobo. Como Llórente, era además de excelente bailarín, uno de los más afamados toreadores de su época, se comprometió además a torear y capear los toros de la corrida de San Fermín con cinco de sus compañeros, al igual como lo llevaba hecho en años anteriores El señor Secretario de la Corporación Municipal, certificó, que efectivamente, en el año 1604, Llórente de San Juan juntamente con los toreadores del Reino de Aragón, Cristóbal de Oliveros, Diego Bretón, Miguel de Colato y Diego de Armendáriz. habían toreado y llevado a cabo lucidas v arriesgadas suertes a gran satisfacción y regocijo de la ciudad, de sus vecinos y moradores. Por todo lo cual, se acordó contratar al suplicante v consortes por la suma de 800 reales. . Además s de estos corredores de toros, actuaron en dicho año estos otros voluntarios o ventureros. Fermín de Cortázar, de Pamplona. quien consta "hizo muy buenas suertes en la corrida" por lo que se le dieron 50 reales. Miguel Sánchez, vecino de Borja: "hizo muchas suertes, de tal manera que  holgaron todos de las suertes que hizo". — A juzgar por lo que cobró, 24 reales, era inferior en m ritos al pamplonica Fermín. Joanes de Behunce, de Pamplona, "fiel criado de la ciudad", salió espontáneamente a correr los toros "con ánimo, según él, de regocijar la fiesta y dar gusto a vuesa Señoría, (el Ayuntamiento) poniendo a riesgo y peligro su vida, haciendo muy buenas suertes". Vemos por la libranza que el infeliz fué cogido, volteado y zarandeado, saliendo del percance sano gracias a Dios y al señor San Fermín, pero con los valones hechos pedazos. A su Señoría, no debieron de parecer muy bien las suertes de su fiel criado, pues ordenó. "Se le den seis reales, con que otra vez no salga a torear". Juan Iñíguez y Díaz de Baldoren, álias Candil, natural de Rincón de Soto. Toreó muy bien y "sacó una invención de zancos nunca vistos", cobrando por todas esas habilidades 50 reales. Este Candil, vino á torear a Pamplona, durante treinta años y más. Era un tío genial, que no contento con realizar vistosas suertes, en los intermedios de la lidia se ponía los zancos, bailaba originales danzas, saltaba, volteaba, disparaba cohetes y como si todo esto aún fuera poco, proporcionó al respetable público de 1632, las fuertes emociones de una aparatosa cogida, cuya curación costó al Ayuntamiento, diez ducados. Por estos y otros datos que voy recogiendo, vemos que es un poco aventurada la afirmación de aquellos historiadores taurinos que sostienen, que toreros de a pie, propiamente dichos, no existieron hasta ya entrado el siglo XVIII. Pues ya lo ven esto tiene el marchamo de las historias de toros en esta ciudad, de vitalismo y jolgorio inusitado, donde se abre paso el toro.
               
Recopilación de las viejas revistas de tauromaquia- adaptación de Fermín González- para

Salamancartvaldia.es (Blog taurinerias)

Monday, July 04, 2016

LO QUE DAN LOS TOROS

AL HILO DE LAS TABLAS
LO QUE DAN LOS TOROS
Posiblemente fue el Papa Pio V el primer antitaurino, pues dicto una bula fechada en Roma (1-11-... Y tendremos que seguir diciéndoselo, con firmeza y respetuosamente –claro-.

1567) (Pontificatus nostri- año II) prohibiendo espectáculos donde se corren toros y fieras en plazas. ¿De dónde le vino al Papa su inquietud antitaurina? Parece ser que fue en las largas sobremesas y acaloradas reuniones en aquel Concilio de Trento inacabable que duro de (1545-1563). Hoy, 450 años después, y sin que el Vaticano se pronuncie por las corridas de toros, otras “cruzadas”, se encargan, de ir en contra esta Fiesta cargada de simbolismo, de historia y de tradición- eso sí- sin tener la más mínima idea de lo que gritan, ni de lo que supone la crianza del toro bravo
La raza de lidia se explota en un sistema extensivo puro, en permanente contacto con la naturaleza, que incide en el mantenimiento de sus rasgos productivos principales, que son la bravura y la producción de una carne ecológica y de excelente calidad. Sus ciclos anuales de crianza y manejo del ganado de lidia son: La cubrición generalmente los ganaderos planifican la fecha del nacimiento de los becerros, haciéndola coincidir con épocas del año en que las condiciones ambientales no son muy adversas y en las cuales existe abundancia de recursos naturales para garantizar la buena producción de la leche de la madre y la viabilidad del becerro. El nacimiento: El año ganadero transcurre desde el 1 de Julio de un año hasta el 30 de junio del año siguiente. El año natural va desde el 1 de Enero al 31 de Diciembre. Las parideras (desde que nace el primer becerro de una camada hasta que nace el ultimo) se ajustan más a los años ganaderos que a los naturales. La lactancia: El becerro recién nacido mama el calostro y duerme el “sueño calostral”. La madre tiene un extraordinario instinto maternal y defiende a su cría. El becerro aprende de la madre, se comunica con ella a través del berrido y copia todas sus reacciones ante los diversos estímulos que se producen en su hábitat. El ahijado, el herradero, la recría, la tienta, el apartado y embarque. Completan la vida del toro en la dehesa. Todo bajo el mimo, la atenta vigilancia de ganadero,  más los saneamientos veterinarios y la rica alimentación que corresponda a su desarrollo.
Estos patrones generales de selección tienen interpretaciones personales, por parte de cada ganadero, lo cual contribuye a mantener la variedad característica de la raza y convierte al toro de lidia en un animal diferente de cualquier otra raza explotada por el hombre, contribuyendo la principal aportación española a la Bovinotecnia mundial.
La Tauromaquia, es un activo cultural y tradicional de millones de personas en Europa y América, es segundo espectáculo de masas en España y la a actividad taurina genera un volumen económico que sobrepasa los 2500 millones de euros. La Tauromaquia permite la existencia en nuestro País de 1200 empresas ganaderas que mantienen 540.000 hectáreas de dehesas y 130.000 reproductoras de raza autóctona bovina, única en el mundo. Si desaparece el toro, desaparecerá ese extraordinario patrimonio ecológico y medioambiental.
La Fiesta del toro, repercute en múltiples sectores económicos, en especial en la hostelería, el transporte, la restauración, el turismo Y la CEOE se ha integrado como miembro de la Asociación Nacional  de Espectáculos Taurinos, y como no, la mano de obra, de la que depende, todo el entramado y estructura necesaria para su desarrollo.
Genera además una gran actividad cultural- en medios de comunicación social, exposiciones, reuniones, congresos seminarios, jornadas turísticas, investigaciones y publicaciones escritas, tanto en prensa, libros medios de internet etcétera. Así como un motivo de inspiración que abraca desde el dibujo, la fotografía, la pintura la escultura, incluso en la moda, su vida, su colorido y su armonía, ha sido puesto de manifiesto en todas la galerías y pasarelas del mundo.
Y finalmente ha aportado una gran riqueza lingüística al acervo cultural de la lengua española, con múltiples de vocablos que se han incorporado al habla cotidiana en todos los sectores  y empleado en las mejores tribunas sociales- políticas – económicas, comprendidas sus “sentencias” en todos los foros de variadas culturas.
Amigos: La Tauromaquia, no es solo que el toro muera en la plaza en presencia pública, el toro entrega su vida luchando para muchas más cosas, de las que se benefician los humanos. Al igual que sucede con otras muchas cosas, en las que se ve menos la sangre. Pero sin duda más cruel y con menos beneficios. No espero que les gusten los toros a todo el mundo. Pero han de hacer un esfuerzo por comprender que, a esta Fiesta la avalan siglos de existencia, que mantiene vigentes sus raíces, que siempre perteneció al pueblo, que se mostró correcto y democrático en las plazas, sin los tumultos, las algarabías, las peleas incluso los grandes escándalos que alguna vez terminaron en sucesos luctuosos realmente lamentables, en otras disciplinas deportivas. Dejen vivir y morir al toro, no invadan su terreno, no quiebren su voluntad, ni desbarranquen a quienes libremente quieren disfrutarlo desde el campo a la plaza. ¡Vamos digo yo… señores!


                               Fermín González salamancartvaldia.es                  (blog taurinerías)